Novia del Señor Millonario romance Capítulo 26

Sobre Novia del Señor Millonario - Capítulo 26

Novia del Señor Millonario é a melhor série atual do autor Internet. Com o conteúdo de Capítulo 26 abaixo, nos perderemos em um mundo de amor e ódio, onde os personagens usam todos os truques para atingir seus objetivos, sem se preocupar com a outra metade, apenas para se arrepender tarde demais. Leia o capítulo Capítulo 26 e acompanhe os próximos capítulos desta série em booktrk.com.

—¿Por qué no estás comiendo?

—Ah, lo siento —respondí y rápidamente me llevé un bocado a la boca. Estas verduras eran las mejores que había probado en mi vida. Comencé a comer con gusto, aunque no pude evitar pensar que la cena no estaba completa sin carne.

—¿Sueles comer solo vegetales? —le pregunté con cuidado.

—Dijiste que la comida grasosa te daba náuseas y que querías comer ligero, ¿no?

Me quedé atónita. Ciertamente lo había dicho, pero había sido una mentira para que me dejaran de molestar las chismosas de mi piso. De repente, sonó mi teléfono.

—Tengo que atender esta llamada —me disculpé.

—¿Quién es? ¿Por qué me estás evitando? —me dijo Herbert sin dejarme dar más de un paso. Me di la vuelta y él tenía la vista fija en la mesa. Tenía miedo de molestarlo, así que respondí la llamada ahí mismo. Después de todo, Hank y yo éramos meros amigos, nada más. No había necesidad de esconderme.

—Bella, ¿por qué no has llegado? Pedí los mariscos que tanto te gustan.

—Lo siento, Hank. Me salió algo urgente y no podré ir. No te preocupes por mí —le respondí con culpa.

—¿Qué pasó? ¿Puedo ayudarte en algo?

—No, no es eso... —me negó al ver cómo el rostro de Herbert se oscurecía cada vez más. En eso, se levantó y me arrebató el teléfono.

—¿Es este el profesor Hank? Disculpe, pero mi esposa está cenando conmigo. Bella lleva mi bebé, así que no la invite otra vez. Que tenga un buen día.

Herbert le dijo algo más a Hank, pero no pudo escucharlo. Después colgó y me devolvió el teléfono. Me enojé al verlo comportarse de forma tan petulante.

—¿Qué hiciste?

—¿Qué pasa? Solo dejé las cosas claras. No me importa si ese profesor sabe de nuestra relación. Le dije que si te vuelve a molestar, que no se queje después si lo golpeo.

—Hank y yo solo somos amigos. Te pasaste de la raya.

—Bella, firmaste el contrato prenupcial. Sabes que está prohibido que tengas contacto alguno con el sexo opuesto —me dijo, fulminándome con la mirada.

Sentí que me quedaba sin aire al escucharlo. Lo miré con odio porque era cierto lo que decía. Había incumplido con el contrato, pero nunca lo admitiría.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Novia del Señor Millonario