Venganza tras renacimiento romance Capítulo 44

Fernando no vio que Cristina estaba descontenta, así que se alegró:

—Cristina, casi no te reconozco vestida así, tienes demasiado buen aspecto, me lo creería si dijera que eres una estudiante.

Fernando observó a muchos hombres que miraban y silbaban a Cristina, así que agitó el pu?o y gritó: —?Compórtense todos, Cristina es mi maestra, soy su hombre más favorecido!

Cristina miró a Fernando y dijo:

—A partir de ahora, no tenemos nada que hacer.

Fernando estaba a punto de llevarla a la mesa de juego cuando escuchó esto y estaba desconcertado: —Cristina, no entiendo.

—Tengo un marido, no quiero quedarme con los hombres jóvenes. Y tú eres débil, no eres mi tipo —Cristina le dijo.

Fernando se congeló pero comprendió por fin. Cristina no le gustaba y quería romper su relación.

—Cristina... usted no me recuerda del todo?

Fernando era cauteloso como tenía una sensación de perder el refugio y perder al jefe...

Cristina miró a Fernando con dudas.

Aunque su alma renació en el cuerpo de Cristina, pero no había muchos recuerdos sobre ella.

Al igual que ahora, no reconoció a Fernando a primera vista.

Cristina dijo con indiferencia:

—No importa la relación que tuviéramos antes, a partir de ahora no. Tengo cosas que hacer, eso es todo.

Fernando observó entonces a Cristina marcharse, se sentía muy triste:

—?Qué pasa Cristina?

Cristina miró el mensaje de texto en su teléfono y luego continuó buscando su discípulo.

Pronto, vio a su discípulo saliendo del ascensor.

Fernando vio la dirección que tomó Cristina y luego miró al hombre que salía del ascensor. Al instante comprendió:

—Cristina aún quiere a él, no es de extra?ar...

édgar Tasis salió en tromba, solo para ser detenido en su camino por Cristina.

Entonces, ?la due?a original se metió con édgar?

édgar tenía prisa por recoger a alguien, así que no se preocupó por Cristina y directamente extendió la mano para empujar su hombro:

—Piérdete.

Sin embargo, esta vez édgar no empujó a Cristina.

édgar se congeló y aumentó su fuerza para empujar de nuevo a Cristina.

El resultado...

Cristina sostuvo el brazo de édgar hacia atrás y al segundo siguiente...

Hubo una explosión.

Un golpe por encima del hombro, dejando caer a édgar al suelo con fiereza:

—Irrespetuoso, debería ser golpeado.