30 Días de Prueba Amorosa romance Capítulo 426

Después de despedirse de Carlos, Rosaura volvió a su dormitorio. Entonces sacó el nuevo teléfono que Félix le había regalado antes.

Recordando el número de teléfono, llamó a Camilo.

Había pasado mucho tiempo, pero ella no había respondido a los mensajes de Camilo. Estaba segura de que Camilo debía estar muy preocupado por ella.

Por ello, decidió llamarle para preguntarle si estaba bien.

—Bip.

Tras un ligero sonido, su teléfono se colgó automáticamente.

Rosaura estaba confundida. Pensó que se debía a la interrupción de la señal, así que volvió a marcar el número. Sin embargo, al cabo de un rato, la llamada volvió a desconectarse automáticamente.

Se preguntaba qué había pasado.

¿Por qué no se podían conectar sus llamadas?

Confundida, Rosaura trató de encontrar el problema. Conmocionada, descubrió que aquí no había señal en su teléfono.

La señal del móvil siempre era buena en su habitación. Se preguntó por qué de repente había desaparecido.

Con el ceño fruncido, Rosaura salió de su habitación con el teléfono en las manos. Levantó el teléfono y se paseó por el patio trasero, pero la señal seguía sin aparecer.

Además de la señal, su WIFI también había desaparecido...

Rosaura tuvo un mal presentimiento. Salió del patio y dio vueltas, pero seguía sin haber señal.

Detuvo a una sirvienta que pasaba por allí y le dijo ansiosamente:

—Disculpe. ¿Puedo echar un vistazo a su teléfono, por favor?

—Señorita, ¿qué quiere?

La criada dudó, mirando a Rosaura en alerta.

Habían oído lo que había pasado antes en el salón, así que sabía que la señora había destrozado el móvil de la señorita en público.

Rosaura se quedó sin palabras. A juzgar por los ojos de la criada, le pareció que ésta temía que le arrebatara el teléfono.

—Sólo quiero echar un vistazo si hay una señal aquí.

No fue hasta ahora que la criada se relajó. Le entregó su teléfono a Rosaura. Mientras tanto, dijo:

—Señorita, todas las señales aquí han sido blindadas. No tenemos ninguna señal en nuestros dispositivos móviles.

—¿Qué? ¿Las señales están blindadas? ¿Por qué?

Rosaura se quedó boquiabierta. Miró el teléfono de la criada. Efectivamente, tampoco había señal.

Tras dudar, la criada respondió en voz baja:

—Es una orden de la señora. A partir de ahora, todas las señales de los móviles y las redes de este patio desaparecen. Señorita, por favor no...

La criada no terminó sus palabras, pero su implicación era bastante obvia.

Le insinuó a Rosaura que dejara de luchar contra su madre. Sería inútil.

Rosaura no se quedó muy sorprendida. Nunca había esperado que Eva fuera tan despiadada: no sólo había destrozado el teléfono de Rosaura, sino que también había blindado todas las señales de su patio.

Rosaura se preguntó si su madre había pensado que ella seguía haciendo todo lo posible por ponerse en contacto con Camilo.

Por eso, Eva adoptó todas las medidas y cortó las posibilidades de que Rosaura se pusiera en contacto con alguien del mundo exterior.

En este caso no era diferente de encarcelarla, ¿no? Rosaura pensó que su madre había ido demasiado lejos.

Sintiéndose molesta, quiso buscar a Eva y discutir con ella. Sin embargo, la criada tiró de ella para que se detuviera. Dijo apresuradamente:

—Señorita, no debería hablarle de esta manera, pero... puede hacer lo que quiera. Sin embargo, definitivamente afectará a Alana. Ha sido golpeada como castigo, demasiado lamentable.

Rosaura detuvo su paso de repente, con un aspecto pálido. La oleada de ira en su pecho se desvaneció de inmediato.

Eso era cierto. Le había prometido a Eva que cortaría los lazos con Camilo para que Alana se salvara. No podía ir a discutir con su madre sobre la señal y la red.

Sin la red y sin poder salir, por un momento, Rosaura no pudo ponerse en contacto con Camilo para nada.

En los días siguientes, no pudo contactar con Camilo, y tampoco pudo saber qué pasaba exactamente con él y si estaba bien.

Félix tampoco estuvo en casa durante esos días, al parecer volvió a estar ocupado.

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