Albert Riera era muy inteligente. Se acercó rápidamente y se agachó junto a la dama mientras estiraba la mano para pellizcarle la barbilla y levantarle la cabeza.
Era una cara bastante bonita, pero era totalmente diferente a la de Gloria.
La expresión de sorpresa y miedo era aún más diferente.
Gloria era alegre y burbujeante, estaba loca todo el día y era muy valiente.
Félix miró a Lisa con disgusto, y arrojó las fotos a la cara del gerente.
—¿Crees que estoy ciego?
Al terminar sus palabras, Félix sacó inmediatamente su pistola, apretó el gatillo y apuntó a la cabeza del director.
Los que le hicieron perder el tiempo, merecían ser asesinados.
El encargado se quedó tan sorprendido que se orinó en los pantalones, y gritó aterrorizado:
—¡Es ella, es realmente ella! ¡Después del maquillaje sería exactamente como en las fotos!
Félix dejó de apretar el gatillo.
Al ver que había esperanza, el gerente le gritó rápidamente a Lisa:
—¡Rápido, ve a maquillarte! ¡Ponte el maquillaje que llevaste para la gala de baile! ¡Rápido, rápido!
Lisa se tumbó en el suelo temblando y tartamudeó:
—Yo, tengo miedo…
Nunca había visto una escena tan grande, y una persona tan feroz, ¡incluso tenía una pistola lista para matar!
Justo cuando terminó sus palabras, una pistola negra le apuntó la sien.
—Nuestro maestro no tiene tanto tiempo para ser desperdiciado por ustedes, les daré diez minutos, si no pueden venir con el maquillaje, todos ustedes morirán —dijo Albert fríamente.
—Ah... Lo haré, lo haré —Lisa gritó asustada, se levantó a toda prisa y buscó su estuche de maquillaje en el mostrador.
Ni siquiera se preocupó por su ropa desordenada, ni por el hecho de que tanta gente la estuviera mirando, y empezó a maquillarse con manos temblorosas.
El director se fijó en sus acciones, preocupándose de que no lo hiciera bien a causa de su miedo y se produjera una gran diferencia, así que rápidamente explicó:
—A Lisa le gusta la cara de los chinos, así que a veces se maquilla intencionadamente como un chino y parece un mixto. Normalmente, normalmente... es muy popular entre los invitados.
Al oír esto, los ojos de Félix se volvieron a oscurecer.
Si ese era el caso, Lisa tenía una cara similar a la de Gloria y la utilizaba para entretener a los invitados...
Sólo con pensar en esto, la hostilidad que rodeaba a Félix daba miedo.
Lisa, que estaba a unos metros, también se vio afectada por esta aura, y se asustó tanto que su lápiz de cejas se deslizó y dibujó una línea curva en su cara.
En cuanto a los demás, ni siquiera se atrevieron a emitir un sonido, e hicieron todo lo posible por ser invisibles, queriendo desaparecer inmediatamente e ignorar su presencia.
Los diez minutos llegaron muy rápido.
En cambio, a la gente de aquí le pareció que había aguantado unos cuantos siglos.
Las temblorosas manos de Lisa dejaron sus utensilios de maquillaje y miró a Félix tímidamente.
—Yo, ya he terminado.
Los fríos ojos de Félix la miraron.
Luego, sus pupilas se encogieron de repente.
—¡Quién te ha permitido maquillarte así! —reprendió con frialdad.
¡Maldita mujer!
Al principio tenía un aspecto totalmente diferente al de Gloria, pero debido a su técnica de maquillaje, había suavizado y cambiado sus rasgos. Mirándola ahora, ¡tenía un 60-70% de similitud con Gloria!
La grabación estaba borrosa y las fotos que se tomaron no eran claras, ¡lo que provocó que se confundiera que era Gloria!
Esto era una peluquería, pero también un lugar de diversión para hombres y mujeres.
Si Gloria hubiera acabado en este lugar, podrían deducir fácilmente lo que le habría pasado.
Al oír esto, Félix se sintió tan sorprendido que no pudo preocuparse de nada más y se había apresurado a venir de inmediato. En el camino estaba tan preocupado que se había culpado de haber ahuyentado a Gloria.
Pero no había pensado que sería un error tan grande.
Agradeció que la señora de la peluquería no fuera Gloria. Esto significaba que ella no había terminado en este lugar.
No obstante, también estaba enfadado. Enfadado porque esa mujer le había hecho perder el tiempo y aún no había encontrado a Gloria.
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