6 DE JULIO DEL 2007
Llegamos a mi casa, Sam me seguía viendo avergonzado, desde la puerta.
—Venga pasa, que no muerdo—bromee para que entrara en confianza.
Él entró y empezó a inspeccionar todo, mi departamento no era muy grande solo había dos habilitaciones pequeña una sala-comedor y la cocina que no era muy grande, no quería algo grande sabiendo que iba a estar sola y no por mucho tiempo.
—¿Puedo pasar a su baño señora?— me preguntó, sus voz sonaba temblorosa.
—Siéntete como en tu casa— Y me arrepentí al decir eso, ya que por lo visto él no tenía casa. —El baño está la primera puerta del pasillo—le sonreí pero el no quitaba su cara de tristeza.
Fui a buscar una pants y fui al baño donde no salía aún Sam. Toque la puerta dos veces.
—Enseguida salgo señora—hablo del otro lado de la puerta.
—Tomate tu tiempo, si gustas puedes bañarte el agua caliente es la de la izquierda y te dejo ropa en la entrada para que puedas cambiarte.
—Gracias señora— su voz sonaba feliz.
Sonreí, era tan raro la propiedad de Sam, ya que era un niño, aproveché para ir a bañarme a mi habitación.
Estaba cocinando un puchero (pollo con arroz) cuando Sam salió, yo sonreí porque mi ropa le quedaba grande. Ya después del baño se podía apreciar el tono de su piel, el cual estaba ligeramente bronceada su cabello era cobrizo y sus ojos grises, era un niño muy bonito.
—Muchas gracias, señora mañana prometo traerle su ropa—hablo caminando hacia la puerta.
—¿A dónde vas Sam?— pregunté, mire hacia la ventana en la cual se venía que llovía.
—No quiero darle más molestias, señora— miro al piso
—Sam, llámame Kharolan por favor—sonreí —Afuera está lloviendo y además estoy preparando suficiente comida para ambos— el me miró y su mirada se iluminó.
—Muchas gracias— se acercó a mí y para mi sorpresa me envolvió en un abrazo.—¿Necesita ayuda en algo .Se... Kharolan?—pregunto separándose de mi.
—Pon la mesa Sam, por favor.
—Nos vemos en la noche Te amo Kharolan—y colgó.
—Y yo a ti Patrick— susurre. Extrañaba a mi marido, extraña dormir con él, sus besos, sus caricias, todo, ya no quería estar un segundo más separada de él.
El día estaba pasado rápido junto a Sam, quien me contó un poco de su vida, solo sabía que sus papás murieron en un accidente cuando el tenía dos años y tuvo que ir a vivir con su abuela que cuando murió lo sacaron de su casa y desde entonces ha vivido en las calles, a mí me partió el corazón, no se me hacía justa la vida de este pobre niño.
Le ofrecí dormir de nuevo conmigo y el encantado Accedió, me encantaba su compañía, me hacia sentir tan bien, como en mucho tiempo no me sentía, después de cenar se fue a Dormir a su ahora habitación dejándome sola en la sala.
El sonido del timbre me hizo pararme del sofá, abrí la puerta y ahí se encontraba mi esposo, mi corazón se acelero y una adrenalina corría por todo mi cuerpo.
—Hola— se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.
—Hola— suspire, no había duda estaba perdidamente enamorada de este hombre.
Lo tome de la mano y lo comencé a guiar a mi habitación, él me miró cuando llegamos y cerró la puerta tras él, yo me acerqué y comencé a besarlo......

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