Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1022

Qin Lianyi miró a su alrededor. Había muchos puestos de comida similares alrededor, y el tráfico en la zona era bastante bueno.

"Ustedes dos aún no han cenado. Les prepararé unos fideos fritos. Pueden probar mi comida", dijo Zhuo Qianyun.

"¡Claro!", respondió Qin Lianyi con una sonrisa. Ahora que lo mencionaba, ¡ella todavía no había probado su comida!

"¿Qué hay de ti? No creo que hayas cenado tampoco", dijo Ling Yiran mientras miraba a Zhuo Qianyun con preocupación.

"Comeré algo más tarde. Soy dueña de un puesto de comida. ¿Me moriría de hambre?". Zhuo Qianyun dijo con una sonrisa y rápidamente cocinó dos platos de fideos fritos para Ling Yiran y Qin Lianyi.

Ellas comieron en una pequeña mesa cuadrada. Qin Lianyi elogió la comida de Zhuo Qianyun mientras comía: "Es mucho mejor que la comida de mi mamá".

"¿Tu mamá todavía cocina en casa?", preguntó Ling Yiran.

"Así es. La comida de mi mamá no ha mejorado en décadas, pero le encanta cocinar. Es por eso que mi papá siempre elogia la comida de mi mamá diciéndole lo buena que es su comida, por lo que ella ni siquiera conoce la verdadera calidad de su comida".

Hablando de esto, Qin Lianyi no podía evitar quejarse. La mitad de la 'ignorancia' de su madre se debía a la indulgencia de su padre. A veces, su padre daba la excusa de dejar descansar a su madre cuando no podía soportar que ella cocinara y él mismo lo hacía.

"¡Eso significa que tu papá ama mucho a tu mamá!", dijo Ling Yiran. Ella envidiaba esas relaciones. Aunque era muy corriente y no había giros emocionantes en la trama, había calidez en cada detalle de su vida.

Ella esperaba tener una relación así algún día.

Sin embargo, se había convertido en una fantasía.

"Ya no estoy allí. La Hermana Zhuo establece un puesto de comida en la Calle Huaihai por la noche. Yiran y yo la acompañamos hasta aquí. Manejé hoy, así que no necesitas venir a buscarme. Me iré a casa después de llevar a Yiran a casa. Me pondré en contacto contigo una vez que esté allí", dijo Qin Lianyi.

"Está bien", respondió Bai Tingxin.

Qin Lianyi estaba a punto de terminar la llamada cuando, de repente, se oyó un fuerte golpe y alguien pateó una silla en la mesa de al lado.

Qin Lianyi miró hacia arriba y vio a tres hombres sentados en la mesa junto a ellas. Cada uno tenía expresiones amenazadoras. Uno de ellos escupió las palabras: "¿Qué clase de basura me estás cobrando? M*ldita sea. Hay moscas en tu comida. ¿Estás tratando de matarnos?".

Los otros dos hombres también estaban parloteando algo acerca de que Zhuo Qianyun era la dueña de un puesto turbio, sobre una indemnización, y demás.

¡Estos tres hombres solo estaban aquí para crear problemas!