Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1024

"Huyamos juntas, Hermana Zhuo. ¡Olvídate del puesto por ahora!", dijo Ling Yiran mientras agarraba a Zhuo Qianyun y rápidamente marcaba al 110 en su teléfono.

Qin Lianyi tomó una silla y se la arrojó a los tres hombres mientras le decía a Zhuo Qianyun: "Huyamos juntas. ¡Ellos están aquí para crear problemas a propósito! ¡Haré que Bai Tingxin les dé una lección más tarde!".

Desafortunadamente, Bai Tingxin no estaba allí en ese momento, ¡así que ella solo podía pensar en formas de protegerse!

"Hola, ¿es el 110? Tengo un disturbio aquí. Ellos quieren lastimarme a mí y a mis amigas...", dijo rápidamente Ling Yiran tan pronto como la línea se conectó.

"¡M*ldita sea, la p*rra llamó a la policía! ¡Quítale el teléfono!", dijo uno de ellos mientras saltaba hacia Ling Yiran. Ella estaba a punto de dar su dirección cuando una sombra pasó como un relámpago y un gruñido ahogado sonó después.

Un hombre que había aparecido de la nada estaba golpeando al hombre que quería atacar a Ling Yiran.

Los otros dos hombres intentaron ayudarlo, pero otro hombre apareció y comenzó a luchar contra ellos.

Fue completamente unilateral. Los dos hombres derribaron a los tres matones al suelo, haciéndolos gritar de dolor.

"No creo... que tengamos que correr más!", murmuró Qin Lianyi.

Zhuo Qianyun miraba sorprendida, todavía atrapada en el trance. Ella iba a huir, ¡pero ahora los papeles habían cambiado!

Ling Yiran reconoció a los dos hombres que habían aparecido de repente. Eran los guardaespaldas que Yi Jinli envió para seguirla. Estos dos hombres también aparecieron para salvarla cuando un fanático imprudente de Su Xi trató de atacarla en el estudio de cine.

¡Ella no tenía idea de que los dos guardaespaldas todavía estaban cerca!

"Eso es cierto". Qin Lianyi se rascó la cabeza.

Ling Yiran se volvió hacia Zhuo Qianyun y le dijo: "Hermana Zhuo, puedes continuar con tus asuntos. Lianyi y yo iremos a la estación de policía para hacer un informe y darles nuestras declaraciones. La policía tendrá un registro de esto en caso de que volvieran a molestar la próxima vez. Te servirá como prueba para tu protección".

"¡Gracias!", dijo Zhuo Qianyun.

En ese momento, un coche se acercó de repente y se detuvo a un lado de la carretera. Una figura salió del coche y se acercó a Qin Lianyi.

"Bai...". Qin Lianyi acababa de decir una palabra cuando Bai Tingxin giró su cuerpo de izquierda a derecha para examinarlo.

"¿Qué fue todo eso? ¿Estás herida?", preguntó Bai Tingxin preocupado.