Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1038

"Tú y el Doctor Su parecen conocerse muy bien", dijo ella.

Era sorprendente que alguien como Gu Lichen conociera a un viejo doctor de una pequeña clínica.

"Nos conocemos desde hace años. Me rompí una pierna cuando tu prima y yo bajamos de la colina de la ciudad. Muchos doctores dijeron que podría haber efectos secundarios incluso si lograba curarse. Mi madre escuchó sobre el Doctor Su y me llevó con él para el tratamiento", dijo Gu Lichen.

Ling Yiran se sorprendió. "¿Te rompiste la pierna?".

"Sí. Me tomó tres meses volver a caminar", dijo Gu Lichen.

‘Resulta que él había sufrido una lesión. ¿Él se lastimó cuando se cayó por el acantilado?’.

Ling Yiran pensó para sí misma. Ella recordaba que después de que ella lo había sacado del acantilado, él parecía incapaz de caminar. Ella había estado murmurando sobre lo mimado que era, pero en realidad se quejaba por una pierna rota.

Sin embargo... él nunca dijo nada acerca de que le dolía la pierna. Seguía disculpándose por arrastrarla cuando ella lo cargaba.

"En ese entonces... ¿te dolía mucho la pierna?", ella no podía evitar preguntar.

Él la miró mientras conducía. "¿Se supone que debo tomar esto como una señal de que te importa?".

Ella frunció los labios y se quedó callada.

Ignorando su silencio, él continuó diciendo: "Me dolió. Pensé que era el peor dolor de mi vida, pero entonces...".

"¿Entonces qué?", preguntó ella inconscientemente.

"Claro, no hay problema". Ling Yiran asintió y miró la cantidad de herramientas del Doctor Su que incluían una variedad de cuchillos de aguja. Esto le produjo un cosquilleo en el cuero cabelludo.

El Doctor Su volvió a mirar a Gu Lichen, que estaba a su lado. "¿Qué pasa? ¿Vas a quedarte aquí y mirar?".

"Yo...". Antes de que Gu Lichen pudiera terminar de hablar, Ling Yiran dijo: "Señor Gu, ¿te importaría salir un momento?".

Gu Lichen frunció ligeramente sus delgados labios. "Está bien, esperaré afuera".

Gu Lichen cerró la puerta una vez que salió de la sala de tratamiento.

‘Señor Gu... sigo siendo el Señor Gu…’. Gu Lichen no podía evitar sonreír con ironía. A pesar de que había estado tratando de acercarse a ella, todavía se mantenía a distancia de él.