Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 105

Ella había sido encerrada en un cuarto por la familia Feng, y había un extraño en la habitación. Era… el tonto de la familia Feng.

Ling Yiran usó todas sus fuerzas para mantenerse lúcida. Tenía que escapar, ¡no importa qué!

Pero ahora que estaba en ese estado, le era difícil ponerse en pie. ¿Cómo podía escapar? Cuando era conducida ahí por sus tíos, había intentado llamar a alguien en secreto para pedir ayuda, pero su teléfono fue confiscado.

¡Cualquier oportunidad que tenía de escapar se había esfumado!

¿Por qué? ¿Por qué había llamado a Jin de primero? Obvio, Jin estaba en Ciudad Shen y no podía ayudarle en nada.

Además, ¿qué podía hacer Jin? Tal vez debió llamar a Lianyi ya que ella podía ser de más ayuda, o llamar directamente a la policía…

Era como si hubiera empezado a depender de Jin sin darse cuenta.

Su visión se había puesto borrosa. El extraño sonrió con satisfacción y se apresuró hacia ella. Ella solo podía hacer todo su esfuerzo para esquivarlo, pero no pudo evitar a esa figura.

Afuera del cuarto, las familias Feng y Lu estuvieron felizmente calculando las cuentas por un rato.

El tío de Ling Yiran dijo, “Viejo Feng, la hemos traído para ti. 300,000, no puedes retractarte.”

“Oh, bien, bien. En cuanto terminen, te daré los 300,000 yuanes,” dijo Feng Kai. Él estaba dispuesto a hacer hasta lo imposible con el fin de lograr que su hijo se casara y colocara una semilla para la familia Feng.

La esposa de Feng Kai dijo con preocupación, “¿Qué pasa si esta jovencita aún planea escapar después?”

“Puedes tomar algunas fotografías de ella y usarlas para extorsionarla. Entonces la encerraremos por un tiempo. Cuando nazca el niño, ¿cómo podría escapar? Se quedará aquí y será tu nuera,” dijo el tío. Él no tenía ni rastro de lástima hacia Ling Yiran. Él solo tenía en su mente el dinero.

“Qué… ¿Qué está sucediendo?”

Entonces, los oficiales se bajaron de los autos y rodearon el patio.

Viendo que estaban rodeados por policías, el primer y segundo tío y la esposa de Feng Kai estaban tan asustados que no se atrevían a pronunciar una palabra. No sabían qué era lo que estaba pasando.

“¿Dónde está la mujer que trajeron aquí?” preguntó uno de los oficiales, quien parecía estar a cargo.

Las cuatro personas se miraron entre ellos. Feng Kai dijo con esfuerzo, “¿Qué… mujer? No sabemos de qué está usted hablando”

El oficial de policía no se molestó en hablar tonterías con él. Dijo, “¡Busquen!” De repente, la policía empezó a buscar en todas las habitaciones.