Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1056

Resumo de Capítulo 1056: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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Sin embargo, nadie se atrevía a dar un paso al frente. Ni siquiera se atrevieron a respirar.

Después de todo, estos dos eran los hombres más poderosos de la Ciudad de Shen. Ellos solo se convertirían en carne de cañón si se acercaran ahora.

"¿Y qué?", preguntó Yi Jinli con frialdad.

Ling Yiran fulminó con la mirada a Yi Jinli y sostuvo la mano lastimada de Gu Lichen entre las suyas. "¿Estás bien? ¿Te duele? ¿Hay un doctor aquí en la gala?".

Ella sabía que algunas grandes fiestas tenían personal médico en espera en caso de una emergencia o algo parecido.

"Estoy bien. Solo me lastimé un poco la mano", dijo Gu Lichen. Hablando de eso, habían pasado años desde que él sentía el dolor de romperse un hueso.

Sin embargo, debido a este dolor ahora, él se dio cuenta de la gravedad de lo que le pasó a Ling Yiran y el dolor que sintió cuando se lastimó los dedos.

'¿Cuánto dolor ella habría sufrido? ¡El dolor probablemente sería diez o cien veces peor de lo que estoy sufriendo ahora!'.

El rostro de Ling Yiran estaba lleno de culpa. Ella sabía que la desgracia de Gu Lichen era culpa de ella.

"¡No puedes estar bien! Si no lo tratas, tal vez más tarde...".

Antes de que Ling Yiran pudiera terminar su oración, una gran fuerza la atrajo hacia un amplio abrazo.

Ella se puso rígida de inmediato y comenzó a forcejear. "¡Yi Jinli, déjame ir!".

Sin embargo, él simplemente la cargó sobre sus hombros.

"No me detengan. Haré que quien me detenga sufra por el resto de su vida. Lo digo en serio, incluso si Yi Jinli es la figura detrás de ustedes". Esa voz furiosa hizo que la gente se estremeciera.

Nadie dudaba que Gu Lichen hablaba en serio porque su expresión y la mirada en sus ojos lo decía todo.

Incluso un hombre al que derribó con una mano fue pisoteado sin piedad mientras él luchaba por levantarse.

Todos los que estaban frente a él eran ahora sus enemigos, y él era excepcionalmente despiadado con sus enemigos.

Aun así, cuando Gu Lichen corrió hacia el coche de Yi Jinli, ¡el coche ya estaba en movimiento y se alejó de él a gran velocidad!

Era demasiado tarde para que Gu Lichen lo alcanzara.

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