Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1076

"Yi Jinli, ¿es cierto que solo puedo hacer lo que tú quieres? ¿No puedo tener mis propias ideas o preocupaciones, ni hacerte enojar? Sigues diciendo que me amas, pero ¿alguna vez me has respetado?", dijo Ling Yiran.

Él hizo una pausa en lo que estaba haciendo y la miró. Parecía como si todas las emociones en sus ojos se hubieran desvanecido, y todo lo que quedaba era oscuridad. Después de una larga pausa, él finalmente preguntó: "¿Quieres que te respete?".

Una voz indiferente sonó en la habitación con una sensación de fría soledad.

Ella se rio de sí misma. "Estoy siendo estúpida. No me estarías reteniendo aquí si me respetaras".

"Puedo respetarte y satisfacerte todo lo que quieras. Haré lo que quieras con tal de que puedas amarme y dejar de pensar en otros hombres", murmuró Yi Jinli.

Él se había puesto en una posición de inferioridad al hacer tal declaración.

Sin embargo, Ling Yiran solo dijo a la ligera: "Solo me respetarás bajo la premisa de que pueda amarte, y si no lo hago, controlarás mi voluntad, preferencia y anhelo, ¿no es así?".

Los delgados labios de él estaban apretados en una línea recta y sus ojos eran oscuros.

Ella lo miró a los ojos sin miedo y sin reservas... Quizás, ella se había mantenido callada lo suficiente y no quería hacerlo más. "Yi Jinli, si este es todo el respeto que puedes dar, entonces no lo necesito".

"¿En serio? No lo necesitas...", preguntó en voz baja, levantándola de repente y llevándola a la cama cerca de ellos.

Ella luchó de inmediato. "¿Qué estás tratando de hacer?".

"¿No dijiste que no necesitas mi respeto y que yo no tengo que respetarte?". Mientras hablaba, la arrojó sobre la cama y se desabotonó la camisa con sus largos dedos.

Ling Yiran no podía mover la mandíbula y solo podía aceptar su beso pasivamente.

Él venció su lucha y resistencia. La intensidad de su beso la asustaba.

A medida que su beso amenazaba con bajar más y más, ella tembló casi incontrolablemente mientras las lágrimas brotaban de sus ojos inadvertidamente.

Gotas de lágrimas cayeron por sus mejillas y él pudo saborear algo salado en sus labios.

De repente, se detuvo y se incorporó lentamente solo para ver que el rostro de ella estaba lleno de lágrimas y su esbelto cuerpo estaba temblando.