Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1116

Sin embargo, Yiran planeaba seguir ocultándole la verdad a Gu Lichen, ¡así que ni siquiera podía decir la verdad aunque quisiera!

Ling Yiran sonrió débilmente. Justo en ese momento, sonaron las notificaciones de WhatsApp de Qin Lianyi. Era un mensaje de Bai Tingxin. Qin Lianyi le echó un vistazo, él le estaba preguntando cuándo iba a ir a su casa..

Ling Yiran alcanzó a leer por casualidad y dijo: "Muy bien, Bai Tingxin te está esperando. Ve primero a su casa. Veámonos de nuevo en algún otro momento".

"Está bien, entonces. Recuerda llamarme si necesitas algo. No sufras sola", dijo Qin Lianyi un poco preocupada.

"¡Está bien, entiendo!". Ling Yiran sonrió. Solo era cuando estaba con Lianyi que ella podía relajarse y mostrar su verdadero ser.

Ella sabía que Lianyi la apoyaría de cualquier manera.

Cuando Qin Lianyi dejó allí sola a Ling Yiran, su corazón de repente se sintió un poco pesado. No estaba segura si esto era bueno para Yiran.

Ella terminó con Yi Jinli solo para tener que lidiar con Gu Lichen ahora.

Sin embargo, Yiran no amaba a Gu Lichen y no quería aceptarlo.

Parecía que en las relaciones, ser capaz de poder compartir cariño y confianza mutua era una suerte y una bendición.

Por su parte, Qin Lianyi se sentía cada vez más afortunada. Aunque hubo algunos contratiempos con Bai Tingxin al principio, al fin y al cabo, todo iba sobre ruedas.

Ella condujo hasta la mansión de Bai Tingxin. Una vez que entró, vio a Bai Tingxin hablando con alguien por teléfono. Su expresión era seria, y una mirada solemne cruzó su rostro mientras hablaba por teléfono. Era algo que ella nunca antes había visto.

Levantó la mano y abrazó a Bai Tingxin mientras hablaba. Enterró su rostro profundamente en sus brazos. "Creo que mi relación va mejor que la de Yiran. Tengo tanta suerte de haberte conocido".

Bai Tingxin bajó la cabeza y miró a la persona en sus brazos. "Yo soy el afortunado".

Qin Lianyi dijo: "Digamos que los dos tenemos suerte. Por cierto, ¿estabas hablando por teléfono con la primera esposa de la familia Bai hace un momento?".

"Sí", respondió él.

"¿Fue desagradable la conversación?", preguntó ella con curiosidad.