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Xiao Ziyi casi se desmaya.
Ella no esperaba que la razón de que ella sufriera una herida tan grave fuera que Yi Jinli quería descargar el enojo de Ling Yiran hacia ella.
¡¿Por qué era Ling Yiran?!
En el pasado, ¡Hao Meiyu había sido admirada por su belleza! En cuanto a Ling Yiran… Bueno, aún si Xiao Ziyi admitía que Ling Yiran era una mujer atractiva, después de tres años encarcelada, era ahora una barredora de calles. Sin poder mantener su imagen en todos esos años, ¿qué tan hermosa podía ser?
¡¿Cómo podía Yi Jinli, quien se había acostumbrado a mujeres hermosas, estar interesado en Ling Yiran?!
“Así que no vayas a causarle más problemas a Ling Yiran,” le advirtió Xiao Ziqi a su hermana. “Además, será mejor que entierren lo que les dije hoy en sus corazones. No se lo digan a nadie. ¡Ni siquiera a sus padres! Yi Jinli dijo que no quiere que otros sepan al respecto. Que yo les haya dicho esto hoy es ya una gran equivocación”.
Xiao Ziyi dejó de hablar. Si hubiera sido alguien más, ella aún podría haber encontrado una forma de descargar su ira. Pero si era Yi Jinli… si ella de verdad provocaba a esta persona, la familia Xiao ya no sería capaz de quedarse en Ciudad Shen.
Esa persona… algunos decían que él era el rey de Ciudad Shen, algunos decían que era el dios de la guerra en el mundo de los negocios, y otros decían que simplemente estaba… loco.
Era dicho que hubo una vez una mujer que había comprado al gerente de un hotel y había obtenido los detalles del número de habitación junto con un juego extra de llaves de su habitación en el hotel porque quería acercarse a él. Quería tener un encuentro romántico.
Como resultado, la mujer había sido envuelta en sábanas y lanzada directo a la carretera, afuera de la entrada del hotel. Más tarde, el negocio de la familia de la mujer empezó a encontrarse con problemas en todos lados. La hija de una familia originalmente rica se convirtió en una pobretona en menos de un año, y solo podía vender su cuerpo en un club nocturno para poder ganarse la vida.
En cuanto al gerente del hotel que había sido sobornado, se decía que nadie lo vio nunca más en Ciudad Shen. Algunos decían que había abandonado la ciudad, algunos decían que había muerto y otros decían que había sido raptado por un traficante de personas para realizar labores insignificantes.
En resumen, había toda clase de rumores respecto a lo que había pasado.
En definitiva, Yi Jinli era una persona despiadada. Si ella lo ofendía, arrastraría a toda su familia con ella.
Fue después de ese incidente que muchas de las socialités destacadas en la ciudad dejaron de atreverse a enfocarse en Yi Jinli.
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