Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1133

Ling Yiran quería negarse, pero al mirar la expresión seria de Gu Lichen, se tragó el rechazo en su boca.

El teléfono en su mano parecía haberse vuelto un poco más pesado.

Gu Lichen dijo: "Vamos. Te llevaré a casa primero. ¡Investigaré lo que sucedió hoy! No dejaré que te incriminen otra vez".

"Lo hemos informado a la policía y ellos lo investigarán", dijo Ling Yiran.

"No estaré tranquilo si solo la policía está investigando esto", dijo Gu Lichen. Si alguien intentaba lastimarla, él se haría cargo de esa serpiente escondida. "¡No perdonaré a nadie que te lastime!".

Ling Yiran preguntó de repente: "¿Y si la persona que quiere lastimarme es Hua Lifang? ¿Acaso no la perdonarás?".

El cuerpo de Gu Lichen se tensó de inmediato. Esta posibilidad era lo último en lo que quería pensar. Podía castigar a otros severamente y hacerles pagar mil veces por ello.

Sin embargo, después de todo... ¡Lifang fue quien él había anhelado durante más de 20 años y quien le salvó la vida cuando era un niño!

Si podía, él quería darle una vida de riqueza y paz.

Al darse cuenta de esto, Ling Yiran se rio para sus adentros. "Olvídalo". Ella salió de la estación de policía mientras hablaba.

Ella caminaba más despacio debido a sus zapatos: uno tenía un cordón y el otro no.

Al bajar las escaleras fuera de la estación de policía, levantó el pie y el zapato sin cordones salió volando.

"¡Ah!". Ling Yiran dio un grito bajo. Estaba a punto de bajar y recoger su zapato cuando una figura se adelantó un paso más rápido que ella y lo recogió.

Fue porque los huesos de sus dedos rotos no se recuperaron adecuadamente en ese entonces que le dejaron estas secuelas, y ella sufría terriblemente a causa de ellas.

Sin embargo, su ansiedad trajo una sonrisa a los labios de Gu Lichen, lo que convirtió la indiferencia habitual en su rostro en una especie de alegría juvenil pura.

Él dijo: "Es bueno que te preocupes por mí".

Ella se congeló. "¿Qué hay de bueno en eso?".

Él dijo: "Eso significa que me tienes en tu corazón. ¡Incluso si es un lugar muy, muy pequeño, allí está!".

Ling Yiran se quedó sin palabras. Ella no tenía forma de refutar lo que él dijo porque... ¡él era Chenchen! ¡El Chenchen que había pasado por las buenas y por las malas con ella!