Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1235

'Ella es finalmente... mía. ¡Ella es mi legítima esposa!’.

Incluso si nunca le había importado el trozo de papel, esto podría ayudarlo a mantenerla cerca.

Incluso si ella se quedaba con él solo por Qin Lianyi y los bebés, ¡no importaba siempre que la tuviera a su lado y no se alejara de él!

"Yiran, si quieres dejarme de nuevo, no seré tan 'gentil' como lo fui la última vez. No dudaré en quitarte las alas de ninguna manera. Incluso si me odias e incluso si te arrodillas de nuevo, no te dejaré ir", murmuró en voz baja que solo él podía escuchar.

La miró con fascinación infinita en sus ojos.

‘Nunca esperé estar tan obsesionado con una mujer’.

‘Aunque esta mujer me ha lastimado profundamente, no puedo soportar lastimarla y quiero desesperadamente que ella se quede a mi lado’.

'¿Qué tan profundo es mi afecto por ella? ¿Es como los sentimientos de mi padre por mi madre?’.

'Sin embargo, no soy mi padre y no terminaré como él...'.

En ese momento, el coche que había estado circulando sin problemas cambió repentinamente de dirección. El chófer frenó de golpe.

Ling Yiran se despertó aturdida debido a la parada repentina. Escuchó la voz de Yi Jinli preguntando: "¿Qué pasó?".

"Joven Amo Yi, un coche acaba obligando a nuestro coche a detenerse", respondió rápidamente el chófer.

‘¿Obligar a detenerse nuestro coche?’.

Después de una pausa, ella se giró ligeramente hacia un lado. Lo miró con sus ojos almendrados y dijo: "Jin, tengo algo que decirle. Necesito dejarle algunas cosas claras".

Los ojos de él brillaron. "¿Jin? ¿Me estás llamando Jin porque te preocupa que no te deje salir del coche para hablar con él?".

Ella dijo: "Te llamaré Jin, ya sea que me dejes salir del coche o no. Estamos casados. Somos marido y mujer. A pesar de lo que haya sucedido... no voy llamarte Señor Yi ahora que estamos casados, ¿o sí? Lo que dije en la Oficina de Asuntos Civiles fue cierto y no solo un comentario casual. Ahora que he decidido casarme contigo, quiero que este matrimonio funcione".

Él la miró fijamente por un momento antes de finalmente decir: "Está bien, ve y déjale las cosas claras".

Con eso, él extendió su largo brazo y abrió la puerta del coche.

Cuando Ling Yiran salió del coche, las pupilas de Gu Lichen se encogieron y todo su cuerpo pareció estremecerse.