Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1287

"Es simplemente demasiado problema. ¿No sería mucho más fácil si le pides al Joven Amo Yi que hable con la policía?", sugirió Fang Cuie mientras continuaba tragándose su orgullo.

"No voy a ayudar a alguien que quería lastimarme. Además, mi madre solo tenía una hija. Yo no tengo hermanas", dijo Ling Yiran.

Fang Cuie se enojó en un instante. "¿Qué?... ¿De qué estás hablando? Te estás vengando, ¿no es así? Te estás vengando de tu familia por no ayudarte cuando estabas en prisión, ¿cierto? Pero ¿por qué no piensas en la dificultad en la que estamos? Al tú misma haber sido encarcelada, ¿vas a dejar que tu hermana sufra el mismo destino?”.

Ling Yiran dijo sarcásticamente: "Ya estás tan preocupada cuando Ling Luoyin aún no ha sido encarcelada. Pero, ¿por qué decidiste no hacer nada cuando yo estaba encarcelada? ¿Cómo te atreves a decir que estoy tratando de vengarme? ¡Si Ling Luoyin no ha hecho nada ilegal, nadie puede acusarla de lo contrario!".

"Ofendiste a la familia Xiao y a los Yi...". Fang Cuie se tragó las palabras después de percibir la expresión de Yi Jinli que se había tornado oscura repentinamente.

¡La mirada en los ojos de Yi Jinli la hacía sentir que él la iba a matar!

Yi Jinli se acercó a Fang Cuie y dijo con voz fría: "Entonces no tienes miedo de ofenderme ahora, ¿o sí?".

Fang Cuie solo sintió un escalofrío emanando desde las plantas de sus pies.

"Ling Luoyin tiene suerte de ser juzgada por la ley. Si vuelves a molestar a Yiran, puedes acompañar a tu hija a la cárcel", advirtió fríamente Yi Jinli.

Justo cuando Yi Jinli estaba a punto de darse la vuelta, Ling Guozhi dijo de repente: "Joven Amo Yi, ¿acaso no... acaso no pensamos todos que Yiran era la asesina en aquel momento? Joven Amo Yi, ¿usted no pensó que Yiran fue agraviada cuando el tribunal dictaminó eso también, ¿verdad?".

Las personas alrededor trataron de separar a Yi Jinli y Ling Guozhi, pero la mano de Yi Jinli estaba apretada alrededor del otro hombre con tanta fuerza que era imposible hacerlo aflojar su agarre en absoluto.

A Ling Guozhi solo le resultaba cada vez más difícil respirar. ¡La forma en que los ojos de Yi Jinli lo miraban ahora le hizo sentir que el hombre frente a él realmente quería que muriera!

¡Era como si hubiera dicho algo que lo hiciera merecer morir!

Sin embargo, aunque sus palabras habían sido un poco duras para los oídos, no era nada demasiado serio... El rostro de Ling Guozhi palideció. Incluso el blanco de sus ojos comenzaba a mostrarse.

Ling Yiran se apresuró hacia adelante, agarró su muñeca y gritó: "¡Jin, no hagas esto! No me importa lo que él diga...".