Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1298

Leia Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante Capítulo 1298

Este romance, Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante, está COMPLETO. Leia Capítulo 1298 e outros capítulos aqui.

O romance Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante, de Internet, atinge circunstâncias dramáticas. Com Capítulo 1298, para onde irá o amor do protagonista masculino e da heroína? Siga este romance em booktrk.com.

Pesquisas relacionadas:

Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante Capítulo 1298

O romance Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante Capítulo 1298

"Tú...". Su rostro se había tornado rojo mientras ella se mordía el labio inferior. Unos mechones de su cabello caían en sus mejillas. ¡Su hermoso y dulce rostro desprendía una maravillosa sensación de serenidad!

Era como si tan solo mirarla en silencio lo llenara de paz.

Yi Jinli miró a la persona frente a él con fascinación. La idea de ella deseándolo, ver cómo se sonrojaba y se sentía tímida por su presencia lo hacía feliz.

Quería que ella se sintiera más atraída por él, que su corazón latiera por él y que se enamorara física y mentalmente de él.

Tal vez esta era la única manera de hacerlo sentir más tranquilo y asegurarse de que ella no podría vivir sin él.

"No es... que no puedas", murmuró, usando una mano para desabotonarse la camisa mientras usaba la otra para tomar la de ella. Dejó que la mano de ella acariciara lentamente su mejilla y luego su mandíbula, cuello, clavícula, pecho...

Ling Yiran estaba un poco desconcertada. Las palmas de sus manos también estaban cada vez más calientes.

"¿Te gusta?". Él sonrió maravillosamente, como si quisiera llamar su atención. Estaba dispuesto a mostrarle su belleza con tal de cautivar su mirada.

El rostro de ella ardía, y la sonrisa del hombre era como el vino más embriagador que estaba a punto de emborracharla por completo.

"Sí... Sí...". Su voz vacilaba un poco, pero hablaba con franqueza.

Él respiró suavemente hacia ella. "Con tal de que te guste. Mira, todo lo que tengo es tuyo, y puedes tenerlo cuando quieras. Si no tienes suficiente fuerza, ¿por qué no te ayudo?".

'¡Esto es pura seducción!'. Ling Yiran sentía como si le fuera a sangrar la nariz...

Su cuerpo se acercó lentamente al de ella, complaciéndola de la manera más gentil.

Comentários

Os comentários dos leitores sobre o romance: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante