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Ye Wenming volvió a sus sentidos y se alejó rápidamente con Kong Ziyin en sus brazos.
El Señor y la Señora Kong miraron a Zhuo Qianyun con ojos perversos y dijeron con severidad: "No creas que todo ha terminado. ¡Nuestra Ziyin es mucho más valiosa que tú!".
Zhuo Qianyun les devolvió la mirada con indiferencia en su rostro, mientras mantenía sus brazos alrededor de su hijo. Presionó la cara de Lil Yan contra sus brazos para que él no pudiera ver la incómoda escena que se desarrollaba entre los adultos.
Para cuando ella y Lil Yan regresaron a su casa, Zhuo Qianyun se sentía exhausta.
Sosteniendo a su nieto en sus brazos, el corazón de la Señora Zhuo aún palpitaba de miedo. "Muy bien, muy bien. Por fin han regresado". Había temido que les pasara algo, pero afortunadamente, su hija y su nieto estaban de regreso sanos y salvos.
Zhuo Qianyun dejó escapar un suspiro y dijo: "Mamá, cuida a Lil Yan mientras entro y... me cambio de ropa".
La Señora Zhuo dejó de abrazar a su nieto por un momento. Notó que el rostro de su hija estaba pálido y que su mano presionaba el lado derecho de su abdomen. Supo de inmediato que su hija probablemente estaba sintiendo dolor, pero solo dijo esa excusa para que Lil Yan no se diera cuenta.
Por lo tanto, la Señora Zhuo dijo apresuradamente: "Está bien, está bien. Date prisa y cámbiate de ropa".
Zhuo Qianyun fue a su habitación y sacó los analgésicos que le había recetado el doctor. Con agilidad tragó la pastilla y se acurrucó en la cama, esperando que el dolor pasara.
¡Lo que había sucedido hoy no traería nada bueno!
Con la escena que la familia Kong había causado, sería un desperdicio de su cuidadosa planificación si las cosas terminaran mal.
Sin embargo, ella no podía hacer nada con su cuerpo así.
Y en poco más de un mes después, ella incluso tenía que entregarle a Lil Yan a Ye Wenming.
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