Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1405

La voz del doctor se escuchó, y después de que explicó el propósito de la llamada, finalmente sonó la voz con la que Ye Wenming estaba familiarizado. '¡Esa es... la voz de Kong Ziyin!'.

Sin embargo, lo que dijo Kong Ziyin fue: "Lo siento, no quiero donar mi médula ósea. Solo registré mi nombre en el banco de médula ósea por diversión".

"Pero un joven está a la espera para que le salve la vida. Solo tendrá que descansar un tiempo para recuperarse después de donar su médula ósea. No habrá mucho daño...".

El doctor se esforzó por convencerla diciéndole todo tipo de cosas.

Sin embargo, Kong Ziyin, quien estaba al teléfono, seguía negándose. "No quiero donar mi médula ósea. ¿Qué tiene que ver conmigo si él muere o no? ¿Tengo que donar mi médula ósea solo porque soy compatible con él? Eres ridículo y ¿quién será el responsable si me pasa algo después de donar mi médula ósea? ¿Tú? ¿O esa pobre criatura medio muerta que espera la médula ósea?".

Cada palabra que decía Kong Ziyin hacía que el rostro de Ye Wenming se tornara sombrío..

Resultaba que su muerte no significaba nada para Kong Ziyin, y ella incluso lo vio... como una pobre criatura que esperaba ser salvada por su médula ósea.

"Señorita Kong, ¿está segura de que no lo reconsiderará? Después de todo, el hombre todavía es muy joven. Tiene mucho por lo que…".

"¡Te lo advierto, deja de llamar para acosarme o demandaré a tu banco de médula ósea por hacerme sentir culpable!". La voz de Kong Ziyin sonaba impaciente.

Entonces, la llamada terminó y un fuerte pitido se escuchó en la grabación de audio.

Los ojos de Ye Wenming miraban con decepción la pantalla de la computadora portátil que tenía delante. De repente, comenzó a reír. Ziyin había dicho que Ling Yiran probablemente consiguió que alguien se hiciera pasar por ella, incluso si le mostraba la supuesta grabación de la llamada telefónica.

Sin embargo... ¿La voz era realmente falsa?

Él había estado con Ziyin durante años. ¿Cómo podría no reconocer su voz? La costumbre de ella de subir su tono de voz al final de cualquier discurso estaba reflejada claramente en el audio.

Esa voz que era tan melodiosa como una campana de plata, expresó su aceptación sin titubeos.

"¿Lo hará? ¿En serio?". El doctor que la llamó quedó atónito por su disposición.

"Sí, para eso me registré en el banco de médula ósea, ¿no? Tome la decisión desde que me registré".

"¡Eso es genial! ¡Se lo agradezco en nombre del paciente! Pero como es una donación de médula ósea, también debe hacer una serie de preparativos con anticipación. Necesitará inyecciones, y es posible que sienta algo de dolor y malestar cuando extraigamos la médula ósea...".

"Estoy consciente de ello. Leí la información relevante cuando me registré. No hay problema. ¡Puedo soportar el dolor! Si no funciona la primera vez, puedo donar una segunda o una tercera vez si es necesario para poder salvar al paciente".

Aquella melodiosa voz estaba llena de sinceridad y amabilidad.