Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1455

Ahora que el Viejo Amo Yi había fallecido, ¡Ling Yiran era oficialmente la señora de la familia Yi! Además, se decía que Ling Yiran estaba embarazada de trillizos. Cuando nacieran los tres bebés, su posición como señora de la familia Yi probablemente sería aún más segura. Por lo tanto, las personas que asistieron al funeral del Viejo Amo Yi trataban a Ling Yiran con respeto.

Como miembro de la familia del difunto, Ling Yiran estaba junto a Yi Jinli en todo momento. La ceremonia fúnebre de una familia como la familia Yi era, naturalmente, más complicada que la de una familia normal. Yi Jinli temía que Ling Yiran se sintiera cansada y le pidió que se sentara y descansara, pero ella insistió en quedarse a su lado. "Todavía no estoy cansada. Te diré cuando lo esté. No arriesgaría mi salud", replicó ella, muy consciente de que ahora no estaba sola. ¡Llevaba a tres bebés en su vientre!

En ese preciso momento, los encargados del servicio funerario dijeron con fuerza el nombre de Gu Lichen. De repente, Ling Yiran se estremeció y volvió la cabeza en dirección a la entrada. Solo vio una figura familiar con un traje negro acercándose.

Y con respecto a eso, ella y Gu Lichen no se habían visto en meses. Él fue una vez su amigo de la infancia, con él que había pasado por las buenas y por las malas, pero se separaron gracias a tales circunstancias. Gu Lichen estaba asistiendo al funeral del Viejo Amo Yi con sus padres. Cuando Ling Yiran lo miró, sus ojos también se posaron en ella. Había un destello de dolor en sus ojos de fénix, y las manos a sus costados estaban ligeramente apretadas.

Él extrañaba a la persona que había estado buscando con ahínco durante tantos años. Él y ella habían tenido otra oportunidad, pero la arruinó él mismo. Ahora ella era la esposa de otro hombre, estaba de pie a su lado, mientras llevaba a sus hijos dentro de ella. ¡Al final, él no pudo ser el que estuviera a su lado!

Por lo tanto, la Señora Gu se preocupó por él una vez más. En una ocasión, abrió en secreto la puerta del estudio y vio a su hijo dentro, luciendo como si estuviera poseído. Había estado llorando y riendo mientras sostenía una pintura de Ling Yiran en sus brazos. ¡Había una mirada de tristeza en su rostro que la Señora Gu nunca había visto antes!

De repente, la Señora Gu pensó que tal vez no hubiera sido tan malo si Ling Yiran se hubiera juntado con su hijo. No tenía idea de cuándo su hijo dejaría atrás esos sentimientos. En este momento, Gu Lichen parecía no haber escuchado la voz de la Señora Gu. Se quedó donde estaba y simplemente miró a Ling Yiran sin moverse.