Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1513

Sus ojos eran hermosos, pero desprendían frialdad, como si no tuvieran emociones.

Yi Jinli entrecerró los ojos. ¿Incluso su hijo había oído hablar de aquellos rumores? Parecía que alguien realmente estaba deseando algo que no debería desear.

"No", respondió Yi Jinli, incuestionablemente seguro de su respuesta.

"Esta bien". El niño no dijo nada más después de escuchar su respuesta. Con eso, la conversación entre padre e hijo terminó.

Una sirvienta entró y ayudó al niño a asearse, mientras Yi Jinli regresaba a su estudio. Caminó hasta detenerse frente a una cómoda. Después de una breve consideración, decidió abrir un cajón lentamente.

En él había un certificado de matrimonio. Sin embargo, el certificado ya no era válido después de la muerte de una de las personas.

Yi Jinli miró fijamente la foto de la mujer en el certificado. Tenía la cara muy limpia y estaba sonriendo. Su sonrisa era tranquila y gentil, como si pudiera calmar las molestias de quien la mirara.

Sin embargo, para él, el único mérito de aquel rostro era la tranquilidad que transmitía. No le sorprendía ya que había visto demasiadas mujeres hermosas.

Sin embargo... Se había enamorado de esta mujer, se había casado con ella y la había dejado tener sus hijos. ¿Por qué?

Incluso si se llegara a casar, lo habría hecho con una mujer con un estatus similar, como Hao Meiyu. ¿Por qué había puesto sus ojos en una mujer que había estado en prisión?

En un tren de alta velocidad que se dirigía a la Ciudad de Shen, una niña extremadamente linda que parecía tener unos cinco años estaba rebuscando entre la pila de fotos que sostenía. Le dijo a la mujer a su lado, que vestía un vestido largo blanco: “Mami, Papi es tan guapo. ¿Estás segura de que él es realmente mi papi? No solo descargaste la foto de algún lugar de Internet, ¿verdad?”.

Mami a menudo solía identificar erróneamente a las personas como otras.

“¡Es verdad esta vez! ¡Él realmente es tu papi!”, dijo Ling Yiran, emocionada. Sin embargo, no se podía culpar a la chica. Tenía una mala memoria.

Sin embargo, no se la podía culpar por ello. Se había caído al mar y perdido todos sus recuerdos. Para cuando despertó, ya estaba en un hospital en la Ciudad L.

Alguien había pagado todos sus gastos y había puesto una tarjeta de identidad a su lado. El nombre en la tarjeta seguía siendo 'Ling Yiran', pero la información que seguía no era la correcta.