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Ling Yiran y Yi Jinli se congelaron cuando él pronunció esa palabra.
'¿Cuánto tiempo ha pasado desde que no lo escucho llamarme 'Hermana'...?'. Ling Yiran miró fijamente a la persona frente a ella. Hubo un tiempo en que a veces la llamaba ‘Hermana’ en privado, incluso cuando estaban saliendo.
Para él, ella no solo era a quien amaba, sino también su familia.
Dijo que llamarla 'Hermana' lo hacía sentir menos solo.
Ling Yiran levantó la otra mano, la que él no sostenía, y tocó suavemente el cabello húmedo de su frente. Puso lentamente la mano en su frente. "Jin, estoy aquí. Recuéstate un rato. Todo estará bien una vez que venga el doctor".
Él la miró como si su dolor de cabeza no pudiera compararse con la conmoción en su corazón.
¿Por qué... acaba de llamarla 'Hermana'? Se sentía tan familiar para él, como si lo hubiera dicho un millón de veces antes.
"¿Tú…?", dijo la palabra con dificultad, como si quisiera preguntarle algo.
"Ya, deja de hablar por ahora. Tienes dolor de cabeza. Te morderás la lengua con facilidad si sigues hablando. Cuando deje de dolerte la cabeza más tarde, responderé a lo que quieras preguntar. Suelta mi mano primero. Te daré un masaje por un rato, tal vez te sientas mejor entonces", dijo Ling Yiran.
Sus ojos oscuros volvieron a mirarla por un momento. Luego, los cerró lentamente y aflojó sus dedos.
La muñeca que él agarraba, finalmente había quedado libre.
Había una marca roja en su muñeca. Le dolía un poco levantarla, pero a Ling Yiran no le importaba su muñeca. Levantó las manos y frotó suavemente la frente de Yi Jinli.
Sus movimientos eran suaves pero tenían la cantidad correcta de fuerza. Mientras le frotaba la frente, su cuerpo naturalmente se inclinó hacia él. Su aroma parecía envolver la punta de su nariz.
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