Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1544

"Mmm...". Un gemido no pudo evitar escaparse de su boca. Entonces, ella aprovechó la oportunidad para entrar en su boca y profundizar el beso.

'Esta mujer lo está... haciendo de nuevo...'.

Sin embargo, sus dedos parecían impotentes para alejarla, o... ¿él simplemente no quería hacerlo?

Cuando terminó el beso, Ling Yiran miró al hombre debajo de ella con la cara enrojecida.

Aquellos ojos oscuros eran fríos y confusos. La contradicción estaba clara en sus ojos. Su rostro no tenía expresión, pero sus labios se veían algo húmedos por el beso de hace un momento. ¡Se veían hermosos!

Solo mirarlos la hacía querer besarlo nuevamente.

"¿Sabes lo guapo que eres? ¿Y lo atractivo que eres para las mujeres? ¿Qué te hace pensar que no estoy tan perdidamente enamorada de ti? ¿O no tienes confianza en ti mismo?".

Ella pasó las puntas de sus dedos sobre sus labios húmedos mientras hablaba.

"Tú...". Él inmediatamente sujetó su mano. Ella lo estaba molestando con sus acciones.

Él sintió algo diferente sobre los huesos de los dedos de ella cuando sostenía su mano así.

Entonces, Yi Jinli notó que sus dedos estaban ligeramente deformados en comparación con los de la gente común y no se veían tan bien.

La vista de repente provocó que sus ojos se humedecieran. "¿Por qué tus dedos…?".

¡Es como si ella pudiera hacer lo que quisiera con él mientras no lo dejara!

Cuando la idea cruzó por su mente, Yi Jinli se quedó perplejo por un momento y miró a Ling Yiran pensativo.

Si él amaba a esta mujer como le decían los demás, no rechazaría la idea de que esta mujer entrara en su vida. Además, tenían dos hijos juntos.

Sin embargo... "No me mientas. ¡No tienes el privilegio de mentirme!", dijo Yi Jinli con frialdad mientras miraba a la mujer que tenía delante.

"Cada palabra que te he dicho es cierta". Los ojos de Ling Yiran no evitaron su mirada.

"¿En serio?". Las comisuras de sus labios se levantaron ligeramente. Sus ojos se posaron en la mano que ella sostenía. "Ya que dijiste que no me dejaras, si lo haces, no solo perderás tus dedos, sino ambas manos".