Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1562

Además, todavía tenía que adaptarse a vivir en la Residencia Yi después de cinco años y comprender cómo las cosas y las personas allí habían cambiado en ese tiempo... Es por eso que se había olvidado de considerar que su hija e hijo probablemente esperaban que sus padres los acompañaran al jardín de infantes.

Por lo que ella sabía, Yi Jinli y su hijo salían juntos, pero la mayor parte del tiempo viajaban en dos coches separados. Esto significaba que su hijo solía estar acompañado por la sirvienta y el conductor.

Con eso en mente, Ling Yiran se llenó de culpa y lamentó su desatención.

Yi Qianmo se sentía un poco incómodo al ser sostenido así. Después de todo, rara vez lo habían sostenido así desde que había crecido. 'Pero... me parece cómodo... que Mami me abrace así...'.

'¿Mami me llevará al jardín de infantes todos los días, incluso si la Pequeña Hermana no tiene que ir...?'. Por alguna razón, se sintió feliz cuando escuchó a su madre decir eso.

***

En el primer día del jardín de infantes de Yi Qianjin, Ling Yiran vistió de forma especial a los dos hermanos con atuendos iguales. Al mirar a los dos tesoros de casi la misma altura con ropa y zapatos del mismo color, les pareció realmente lindos.

La única diferencia era que Yi Qianmo llevaba pantalones, mientras que Yi Qianjin llevaba falda.

Ling Yiran sostuvo a los dos niños y los besó. Yi Qianjin ya estaba acostumbrada. A su madre le encantaba besarla desde que era muy pequeña.

Sin embargo, Yi Qianmo no estaba acostumbrado. Aun así, no rechazó a Ling Yiran.

Al mirar a la madre y los niños besándose y abrazándose, una sonrisa apenas perceptible se formó en los labios de Yi Jinli, tan suave que ni siquiera él mismo se percató.

Tal vez dentro de unos 20 años, Yi Qianmo sería quien gobernaría la Ciudad de Shen.

Por lo tanto, muchos padres observaban en secreto a Yi Qianmo y les decían a sus hijos que se hicieran amigos de él.

Sin embargo, Yi Qianmo no tenía amigos en el jardín de infantes. Incluso a los otros niños les costaba hablar con él.

Por lo tanto, todos no pudieron evitar especular cuando vieron a Yi Qianjin y Ling Yiran.

Justo entonces, otro Porsche se acercó a la entrada. No era un modelo económico. El precio de mercado de aquel coche era de al menos cinco millones de dólares o más. La madre y la hija de la familia Su salieron del coche.