Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1613

Ling Yiran se quedó en la puerta de la escuela con el niño pequeño hasta que llegó casi la hora de ir al jardín de infantes para recoger al Pequeño Mo y a la Pequeña Jin. Ling Yiran le dijo al niño: "Pequeño Ci, tengo que irme ahora. Vendré a verte la próxima vez que tenga la oportunidad, ¿de acuerdo?".

El pequeño no miró a Ling Yiran, como si no hubiera escuchado sus palabras.

Los ojos de Ling Yiran se oscurecieron y, de alguna manera, sintió una punzada en su corazón. Tenía la sensación de que la estaban obligando a renunciar a algo a lo que quería aferrarse.

Fue entonces que se rio de sí misma.

'¿Qué pasa conmigo? Es solo un niño pequeño que he visto una vez’. Aunque siento un poco de pena por lo que le ha sucedido al niño, ¡no debería sentirme herida por su actitud indiferente!'.

Mantuvo la calma y luego regresó a la tienda de Zhuo Qianyun.

"¿Qué pasa? Parece que te preocupas mucho por ese niño", dijo Zhuo Qianyun. Había visto como Yiran había acompañando a ese niño todo este tiempo.

"Lo conocí cuando estaba en el parque de diversiones y siento un poco de pena por él. Pero parece que su hermana lo protege bastante", dijo Ling Yiran.

Zhuo Qianyun dijo: "¡Sí, las personas que no lo saben pensarían que son hermanos biológicos! El niño es muy unido a su hermana. A veces, su hermana lo trae aquí para comprar algunos bocadillos. El niño solo le muestra su sonrisa a su hermana".

"Ojalá puedan seguir siendo tan cercanos cuando sean mayores". Ling Yiran suspiró. "Si escuchas algo acerca de que los hermanitos se encuentran en problemas, házmelo saber".

"¿Te preocupas tanto por el niño?", preguntó Zhuo Qianyun con cierta confusión.

"Un poco. Quiero ayudarlo de la manera que pueda. Quizás es porque espero que, si ayudo a otros ahora, cuando el niño que no he encontrado se meta en problemas, alguien más... también lo ayude", dijo Ling. Yiran.

Ye Wenming sonrió amargamente. '¿Qué estoy esperando? ¿Espero que me vuelva a ver?’.

Habían pasado cinco años. Y él ni siquiera sabía cómo compensar los errores que había cometido.

Había puesto a Kong Ziyin en prisión, había conseguido que se reabriera su caso y le había dado a Zhuo Qianyun la dignidad y la inocencia que se merecía.

Sin embargo, lo que había perdido nunca podría ser restaurado. Lo que ella había sufrido tampoco podía ser borrado.

¡Todo en este mundo se pagaba, pero su precio era demasiado grande!