Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1642

"¿Las noticias? ¿Y tú la dejas ver esas noticias?", preguntó Ling Yiran mientras levantaba las cejas.

"¿Por qué... por qué le mostraría esas noticias? Tal vez lo vio mientras estaba jugando con mi teléfono", dijo Su Wenting con una risa seca.

"Parece que Wanna sabe muchas palabras. Incluso puede leer artículos de noticias a esta edad. ¿Por qué no busco un artículo de noticias y confirmamos si Wanna puede entender de qué se trata?".

"Bueno... ¡hay videos de noticias!", dijo Su Wenting rápidamente.

Ling Yiran dijo con frialdad: "¿Videos? Entonces encuéntrame un video de noticias en línea que mencione la palabra 'rompehogares'". La palabra 'rompehogares' solo podría encontrarse en la sección de comentarios. Esos videos no se atrevían a usarla, y serían eliminados si lo hacían.

Ling Yiran estaba muy anuente al respecto, ya que le había pedido a Jin que se deshiciera de los comentarios extremos y los videos que difamaban a Lianyi.

Además, Bai Tingxin probablemente hizo que alguien también eliminara esos videos relacionados. No había manera de que uno pudiera encontrarlos en línea.

Incluso había menos noticias en línea sobre el incidente anterior en las calles. Casi todo al respecto había sido eliminado.

¡Ling Yiran no creía que una niña como Su Wanna hubiera hecho clic al azar y se hubiera encontrado ese tipo de videos!

Su Wenting se veía aún más avergonzada, así que rápidamente cambió de tema, diciendo: "Pero... La Pequeña Jin no debió haberle arrancado el cabello a Wanna, sin importar lo que dijera. ¡No sabemos si le volverá a crecer el cabello! Si no lo hace…".

Lo que Ling Yiran dijo hizo que Su Wenting fuera casi incapaz de refutar. Ling Yiran mencionó a la familia Yi. Su Wenting se vería como alguien irracional si insistía en no dejar que su hija se disculpara.

Su Wenting solo pudo apretar los dientes y acceder.

Las dos niñas se disculparon de mala gana, y Ling Yiran se dio la vuelta para hablar con la maestra. Luego, se llevó a los dos niños a casa.

"¡Mami, lo siento, no cuidé bien de Pequeña Hermana!". Yi Qianmo se disculpó tan pronto como subieron al coche.

"No, estoy bien. ¡Mi hermano me cuidó bien!". Las trenzas de Yi Qianjin, que se había hecho esta mañana, ahora estaban tan desordenadas como un nido de pájaro. Tenía incluso dos moretones en la cara, y su ropa estaba arrugada y le faltaba un botón.