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Ya que no sentía dolor, ¿qué importaba si sus moretones sanaban rápido o lento?
"Incluso si no te duele, puede afectar tu salud si te lesionas y no recibes tratamiento. Esta vez solo sufriste lesiones superficiales, pero si te lastimas los huesos y no buscas tratamiento solo porque no sientes dolor, entonces es posible que tengas que caminar cojeando para siempre”. Ling Yiran trató de explicar las cosas de la manera más simple posible.
El pequeño se quedó en silencio, como si estuviera pensando en sus palabras.
Ling Yiran agregó: "¿Te gustaría cambiar de hogar? ¿Qué tal si te quedas conmigo y con el Tío Yi? De esa forma, nadie volverá a golpearte, y no sufrirás este tipo de lesiones de nuevo".
El Pequeño Ci instantáneamente se puso alerta. La forma en que miraba a Ling Yiran también cambió. Se veía feroz, como un pequeño animal que estaba listo para atacar y morderla en cualquier momento.
Ling Yiran sintió que el Pequeño Ci la miraba como si estuviera mirando a un enemigo, lo que la hizo sentir una repentina punzada de dolor en el corazón.
Yi Jinli dio un paso adelante y se interpuso entre el pequeño y Ling Yiran, en caso de que el Pequeño Ci intentara hacer algo para lastimar a Ling Yiran.
"No te vamos a separar de tu hermana. Solo queremos darte un mejor hogar", dijo Yi Jinli con frialdad.
"¡Solo quiero estar con mi hermana!", dijo el pequeño obstinadamente, y le gruñó a Yi Jinli como un pequeño animal enfrentándose a una bestia inusualmente poderosa.
Yi Jinli miró fijamente la cara del pequeño. Sus ojos se oscurecieron repentinamente, y entrecerró los ojos como para examinar más detenidamente al Pequeño Ci.
En ese momento, sonó el timbre de la escuela y los estudiantes salieron uno por uno. El pequeño inmediatamente corrió hacia He Zixin cuando la vio salir. Sus pequeñas manos agarraron a He Zixin con fuerza.
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