Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1732

Con eso, ella se dio la vuelta para irse, pero Gu Lichen se acercó y detuvo a Ling Yiran. "¡Espera! No nos estás molestando, y no es necesario tener tanta prisa para evitarme".

Después de una pausa, Gu Lichen dijo: "Debes estar aquí para ver al Doctor Su por la condición de tus manos. ¿Cómo han estado estos años? ¿Están bien? ¿Todavía te duelen?".

Había una preocupación inocultable en su voz.

"Señor Gu, gracias por su preocupación, pero quiero hablar con el Doctor Su, a solas, sobre la condición de mis manos", dijo Ling Yiran. Ella también estaba rechazando la preocupación de Gu Lichen al decir eso.

Gu Lichen palideció un poco antes de decir con una sonrisa triste: "Está bien, no tienes que irte. No me iré".

Salió de la sala de consulta mientras decía esto.

El Doctor Su miró a Ling Yiran y dijo: "Pequeña Ling, Lichen solo está preocupado por ti. Pensó mucho en ti durante los cinco años que estabas ausente. Siempre habla de ti cuando está aquí".

También estaban hablando de ella hace un momento.

Ling Yiran dijo: "Doctor Su, ahora soy la esposa de Yi Jinli. Cuanto más él se preocupe por mí, más problemático será para los dos".

El Doctor Su suspiró. "Yo tampoco sé cuándo lo superará. Pero bueno, basta de eso. Miremos tus manos. Suspendimos tu tratamiento en el pasado porque estabas embarazada. Pero mira cuánto tiempo lo hemos puesto en espera. Tus manos te deben haber dolido mucho a lo largo de los años".

Ling Yiran sonrió con tristeza.

El rostro del Doctor Su se veía sombrío después de tomar la radiografía de Ling Yiran y hacer algunos exámenes más en la clínica.

Cuando preguntó cuántos años le quedaban antes de que sus manos perdieran toda sensibilidad, los doctores de la Ciudad L dijeron vagamente: "Si nada sale mal, tal vez 10 años, 20 años, o incluso más".

Sin embargo... ¡nunca le habían dado una cifra tan exacta como el Doctor Su!

Algo sorprendido, el Doctor Su dijo: "Así que eres lo suficientemente inteligente como para recordar la elección que hiciste".

"¿Podré quedármelas?", preguntó Ling Yiran.

El Doctor Su dijo: "Depende. Continúa con el tratamiento por ahora y, si tienes suerte, podrás conservar tus manos. Si no, tus manos quedarán paralizadas dentro de poco. Ni siquiera tendrás tres años".