Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1757

Yi Jinli estaba furioso luego de leer el correo electrónico. Sin embargo, la otra parte dejó de responder después de que envió otro correo electrónico.

Ling Yiran dijo: "Yo iré. ¡Hao Yimeng y Xiao Ziqi parecen estar decididos a que yo vaya allá!".

Yi Jinli apretó los labios delgados con fuerza, sin decir nada. Era evidente que no estaba de acuerdo con Ling Yiran.

"Jin, me cuidaré bien, pero... Incluso si estás en contra de esto, tengo que salvar al Pequeño Ci. ¡Es lo único que puedo hacer por él como su madre!", dijo Ling Yiran con firmeza.

Yi Jinli suspiró impotente. Él nunca podría ir contra ella.

"Bueno, hagamos una apuesta. ¡Si algo te pasa, te seguiré!".

Esa simple frase representaba su determinación. El corazón de Ling Yiran se estremeció cuando entendió lo que Yi Jinli quería decir. ¡Si el vivía o moría dependería de ella!

Ling Yiran se obligó a dormir esa noche. Solo con un descanso adecuado podría obtener más fuerza y ​​energía para salvar al Pequeño Ci.

Yi Jinli abrió lentamente los ojos después de que Ling Yiran se durmiera. Sus labios cayeron suavemente sobre sus dedos deformados.

"Yiran, ¿quién te importa más en este momento?".

Su pregunta quedó sin respuesta.

...

El lugar donde se iba a realizar la transacción estaba en una colina. Había un bosque denso, y estaba escasamente poblado. Los alrededores eran vastas áreas sin desarrollar.

"¡Pequeño Ci!", gritó Ling Yiran. La cara de Pequeño Ci estaba algo magullada e hinchada. Obviamente lo habían golpeado. "¿Qué le hicieron al Pequeño Ci? ¿Por qué está inconsciente?".

"Le acabo de dar dos pastillas para que duerma. No te preocupes, no se va a morir". La mujer sonaba un poco enojada en el teléfono.

El mocoso no se comportaba como un niño normal en absoluto. ¡Incluso la lastimó!

¡Efectivamente, un niño que fue enseñado por el anormal Secretario Wang también sería anormal!

"Transfiere el dinero ahora mismo. Tan pronto lo recibamos, puedes tomar al niño y marcharte. Todos estamos tomando lo que necesitamos", dijo la voz femenina.

"¿Qué diablos le diste?", espetó Ling Yiran.