Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 179

En ese momento, alguien llamó a la puerta de la habitación privada.

Yi Jinli respondió sin esfuerzo: "Adelante".

La puerta se abrió. Era el gerente y unos cuantos camareros quienes traían los platos. Ling Yiran quería retirar sus manos, pero Yi Jinli se aferró a sus manos con firmeza. Él dijo: "No te muevas. Todavía están muy frías".

En ese momento, el gerente y los camareros tenían la mirada fija en los dos pares de manos entrelazadas. Esto hizo que la cara de Ling Yiran se calentara.

Yi Jinli continuó calentando las manos de Ling Yiran como si no hubiera nadie más en la habitación.

‘¿Es... este realmente el Joven Amo Yi? ¿El legendario Joven Amo Yi, quien le quitara la ropa a una mujer y la arrojara a las calles si intenta seducirlo a propósito?’.

‘Se dice que el Joven Amo Yi no tiene ningún interés en las mujeres, pero ahora mismo, ¡está siendo muy gentil con una... mujer tan sencilla!’.

¡Esta escena fue demasiado impactante para ser verdad!

Afortunadamente, el gerente se controló rápidamente y se aclaró la garganta. Apresuró a los camareros para que dejaran los platos sobre la mesa y salieran de la habitación. Luego cerró la puerta con cuidado.

"Gerente, no estamos alucinando, ¿verdad?", alguien le susurró al gerente. "¿Quién es esa dama?".

El gerente dijo solemnemente: "Esa señorita podría convertirse en la futura propietaria de esta ciudad".

En efecto, ¡la mujer elegida por Yi Jinli sería alguien que no podría ser ofendida en el futuro!

A él nunca le habían gustado los animales pequeños. Sin embargo, parecía ser una excepción cada vez que la enfrentaba.

Su mano se movió levemente y alcanzó la copa de vino que tenía en frente. Sirvió una copa de vino tinto. Luego lo colocó frente a ella y le preguntó: "¿Qué tal si bebes un poco de vino?".

"¿Vino?". Ella estaba perpleja como si no hubiera esperado esta solicitud.

"Sí, bebamos un poco de vino. Quiero ver cómo te ves cuando bebes". Él sonrió levemente.

Ling Yiran estaba dudosa. Su tolerancia al alcohol era muy baja. Existía la posibilidad de que se emborrachara por completo. Si eso sucediera, ella ya no sería consciente de lo que estaba haciendo.

"¿Cuántas... cuántas copas?", ella le preguntó.