Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1807

"¿Por qué te apresuraste a protegerme y defenderme?", preguntó él en un murmullo cuando terminaron de tocar el piano.

"Eres mi amigo. ¡Claro que te voy a ayudar! Además, están equivocados. Fue tu mami la que hizo esas cosas malas, no tú. ¿Por qué deberían criticarte a ti?", ella dijo con justicia.

'¿Amigo?'.

Él la miró sin comprender. ¡No eran amigos!

En la sala de estar de la familia Yi, Ling Yiran miró al hijo de Hao Yimeng y no pudo evitar suspirar.

El niño, que antes admiraba por tocar tan bien el piano, inesperadamente resultó ser el hijo de Hao Yimeng.

"Debes ser el Pequeño Fei. Nos conocimos antes. Soy la mamá del Pequeño Mo y la Pequeña Jin. Puedes llamarme Tía Ling", dijo Ling Yiran.

Ella no quería involucrar a la generación más joven en los rencores de la generación mayor. Dado que la Pequeña Jin insistía en mantener al niño en la familia Yi, esperaba que el niño pudiera vivir en paz con todos en la familia Yi, sin odio en su corazón.

Afortunadamente, no veía odio ni ira en sus ojos, sino temor.

"Si tienes algo que decirme, adelante", dijo Ling Yiran.

Hao Jifei dijo: "Quiero ver a mi mami".

Los ojos de Yi Jinli se entrecerraron al instante, pero escuchó a Ling Yiran decir: "Está bien, haré los arreglos para que veas a tu mami".

Una vez que regresaron a su habitación, Yi Jinli preguntó: "¿De verdad vas a dejar que ese niño visite a Hao Yimeng?".

Por otra parte, Hao Yimeng fue una vez una celebridad reconocida. Si iba a juicio, probablemente estaría en todas las noticias. ¿Cómo podría alguien como Hao Yimeng aceptarlo?

Era mejor suicidarse que mostrarle a los demás su peor lado.

¡Ling Yiran no sentía simpatía por ella, pero se compadecía de Hao Jifei!

Cuando Ling Yiran le dijo al niño, su pequeño cuerpo tembló, y todos los colores abandonaron su rostro. Sin embargo, en lugar de llorar, le dijo a Ling Yiran: "Quiero ver a mi mami, ¿puedo?".

Ling Yiran miró al pequeño que estaba frente a ella. 'Un niño de cinco años debe ser capaz de entender lo que significa la vida y la muerte. Pero dejar que un niño vea un cadáver, el cadáver de su propia madre...'.

"¿Puedo?", preguntó Hao Jifei mientras miraba fijamente a Ling Yiran.