Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1813

Él la miró. "¿Por qué quieres pasar más tiempo conmigo todos los días?".

"¡Porque me agradas, Pequeño Fei! Obvio que quiero pasar más tiempo contigo".

"¿Es solo porque puedo tocar el piano?".

"Bueno...". La carita de la Pequeña Jin mostró que estaba sumida en sus pensamientos. "Aunque me gustas porque eres bueno tocando el piano, no es la única razón. Otros niños también tocan bien el piano, pero no me agradan tanto".

"Si un día ya no te agrado tanto, ¿vas a dejar de estar conmigo?", preguntó el niño en un murmullo.

No había cambio en la expresión de su rostro, pero su fuerte agarre traicionó su nerviosismo.

Yi Qianjin dijo con confianza: "¡No dejarás de gustarme! Como dije, quiero estar contigo para siempre, ¡así que quédate en esta familia para siempre!".

'Para siempre... ¿Cuánto tiempo es para siempre?'.

"¡Ven! ¡Te tocaré la nueva melodía!". Yi Qianjin lo arrastró hacia dentro de la casa principal nuevamente.

Hao Jifei no se resistió esta vez, y siguió a Yi Qianjin de regreso a la casa principal.

En ese momento, de repente sintió que sería genial si pudiera quedarse con la familia Yi para siempre. De esa manera, podría estar con la Pequeña Jin para siempre.

...

Cuando llegó el día del chequeo del embarazo, Bai Tingxin apareció frente a Qin Lianyi, tal como ella esperaba.

¡Sin embargo, el dolor sería aún más intenso la próxima vez!

Incluso se desmayó varias veces por el dolor de anoche. Nunca había tenido una sensación de desear estar muerto más fuerte.

En ese momento, solo repetía el nombre de su amada en su cabeza, diciéndose a sí mismo una y otra vez que lo soportara. ¡Solo podría estar con ella después de superar esto!

Una vez llegaron al hospital, Qin Lianyi tomó el número de boleto para su cita y fue al departamento de ginecología con Bai Tingxin. La mayoría de las personas en el lugar eran mujeres, pero también había hombres acompañando a sus esposas o novias.

Qin Lianyi miró el número de boleto en su mano. Todavía tenía que esperar un poco más, por lo que ella y Bai Tingxin encontraron asientos en la sala de espera.

"¿Estás seguro de que estás bien?", le preguntó Qin Lianyi a Bai Tingxin. Él estaba claramente agotado.