Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1842

"¡De acuerdo!", respondió Qin Lianyi.

Una vez que regresó a su escritorio, Qin Lianyi se ocupó de los proyectos en cuestión y entregó lo que debía entregar.

Por la tarde, todos sabían de su embarazo.

¡Muchos colegas entrometidos se preguntaban quién era el padre de su bebé!

"Lianyi, ¿el bebé en tu vientre es de Bai Tingxin?". Algunos colegas supusieron.

Otro grupo de colegas se apresuró hacia ella al instante. "Wao, ¿Lianyi se va a casar con una familia rica?".

"¡Lianyi va a ser una joven señora!".

"¡Vaya, le tengo tanta envidia!".

Antes de que Qin Lianyi pudiera decir algo, alguien vertió agua fría sobre ella con sus palabras. "Oh, algunas personas solo quieren llegar a la cima a través de un bebé. Si fuera tan fácil casarse con familias ricas, esas familias ricas habrían estado superpobladas durante mucho tiempo".

"Lo sé, ¿verdad? Escuché que Bai Tingxin se fue de la Ciudad de Shen hace unos días. Si quisiera casarse con Lianyi, se habría llevado a Lianyi".

"Lianyi, esperemos que no sea todo en vano. A las familias ricas y poderosas no les faltan niños. Mientras ellos sean ricos, muchas mujeres están dispuestas a tener hijos para ellos. Sin embargo, no hay muchas que logran unirse a la familia".

Qin Lianyi sonrió con ironía y se dijo a sí misma que dejara de pensar en Bai Tingxin. Ya que le había dicho a Bai Tingxin que no se arrepentiría, entonces no tenía sentido pensar en ese hombre ahora.

El taxi se detuvo en la entrada del centro de salud comunitario. Qin Lianyi se bajó y entró. No se dio cuenta de que había un coche estacionado cerca. La persona en el coche la miraba con frialdad.

"Señorita Gao, lo hemos investigado. Qin Lianyi viene a este centro de salud comunitario todos los días para recibir sus inyecciones de progesterona que fueron recetadas por el Hospital Municipal de Mujeres. Tiene que recibir estas inyecciones regularmente a largo plazo", le dijo el hombre en la parte delantera del coche a Gao Manlin.

"¿Qué hay con Bai Tingxin? Ha regresado a la Ciudad J. ¿Cómo está?", preguntó Gao Manlin.

"Todo es como de costumbre después de que el Señor Bai regresó a la Ciudad J, pero ha asistido a dos fiestas organizadas por miembros de la alta sociedad de la Ciudad J. Parece ser por voluntad propia del Señor Bai", respondió el subordinado.