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Él le dio la vuelta repentinamente y la presionó debajo de él. "No es suficiente... está lejos de ser suficiente".
Él murmuró mientras sus dedos acariciaban suavemente el rostro de ella. Su comportamiento seductor cuando estaba ebria era como una rosa en ciernes, tan hermosa y tan atractiva.
Sus ojos brillaban como el rocío de otoño cada vez que ella lo miraba. Su sonrisa cuando lo llamaba ‘Jin’, sus manos envolviéndose alrededor de su cuello, su aroma fresco y dulce llenando todo su ser... Todo esto lo hizo sentir como si estuviera intoxicado.
"Parece que no debería haber dicho cosas como no tocar a una mujer borracha", él murmuró. Esta fue la primera vez que se retractó de sus palabras, y todo fue por ella.
Él bajó la cabeza y besó sus labios mientras se movía y daba vueltas. Se sentía tan nostálgico y no estaba dispuesto a irse.
Su impulso físico que había despertado por ella necesitaba ser calmado solo por ella.
Era como si su cuerpo solo reaccionara con tanta fuerza hacia ella.
No supo cuánto tiempo estuvieron besándose antes de detenerse. Él descubrió que ella ya se había quedado dormida.
"¿Qué diablos…?" Una extraña impotencia surgió dentro de él. Esta mujer estaba jugando con fuego hasta hacía unos momentos, pero se había quedado dormida, dejándolo colgado allí.
Sus ojos oscuros miraron a la persona debajo de él. Después de un tiempo, Yi Jinli suspiró y cubrió con las mantas a Ling Yiran antes de sentarse al lado de la cama.
"Me debes una, ¿lo sabes?" murmuró mientras su voz se disipaba en el aire.
La temperatura en esa pequeña habitación ya no era fría. Incluso el aire se sentía bastante cálido.
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