Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1855

"Joven Señora, puede preguntarle al Joven Amo Yi si quiere saber", respondió Gao Congming cortésmente.

"¿Y Jinli? ¿Dónde está él ahora?", preguntó Ling Yiran.

Gao Congming respondió: "No estoy seguro de eso. Cuando el Joven Amo Yi salió del cementerio, solo nos dijo qué hacer con el Viejo Abogado Kang y su esposa. Se fue sin decir nada más. Solo soy su subordinado. No puedo preguntarle a mi jefe sobre su paradero".

Dicho esto, Gao Congming se fue con el Viejo Abogado Kang y su esposa. Ling Yiran miró fijamente al coche que se alejaba, solo pensando que lo que había sucedido en la última hora era como un sueño.

Estaba acompañando felizmente a su mentor y a su esposa durante su visita a la Ciudad de Shen, pero... ¡Resultaba que la Señora Kang era la madre desaparecida de Jin, y Jin la odiaba más de lo que ella pensaba!

'Jin... ¿Dónde está Jin ahora?'.

Ling Yiran rápidamente sacó su teléfono y marcó el número de teléfono de Yi Jinli, pero nadie respondió sin importar cuántas veces marcó.

'¡Contesta el teléfono! ¡Date prisa y contesta el teléfono! ¡Tengo tanto que decirte!’, gritó Ling Yiran en su cabeza. Yi Jinli, que estaba sentado en un coche, miraba su teléfono con el nombre ‘Yiran’ parpadeando constantemente en la pantalla.

¡La persona que él más amaba puede ser que no lo ama tanto!

Si ella lo considerara como alguien que más le importaba, no habría elegido arrodillarse. ¿Sabía ella que el mundo entero pareció desmoronarse cuando ella se arrodilló?

¡Ella le pidió que perdonara a la persona que más odiaba! Esa mujer le había traído tanto dolor. Si su herida en ese entonces hubiera sido un poco más grave, habría muerto.

Ella sabía lo que su madre le había hecho. ¡Ella sabía sobre su dolor y odio, pero aun así lo hizo de todos modos!

El coche se detuvo en el portón de la prisión y el conductor dijo respetuosamente: "Joven Amo Yi, hemos llegado".

Yi Jinli abrió lentamente los ojos. El dolor en sus ojos oscuros antes estaba oculto ahora, y su mirada era simplemente fría.

Yi Jinli abrió la puerta del coche y salió.

Yi Jinli se reunió con el Secretario Wang en la sala de visitas de la prisión.

Vestido con el uniforme de los prisioneros, el Secretario Wang miró a Yi Jinli con una sonrisa en su rostro como si estuviera mirando a un viejo amigo.