Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1865

"¿Dónde diablos tienes a mi mentor y su esposa?", preguntó Ling Yiran.

"¿Qué pasa? ¿Viniste a interrogarme?". Sus ojos instantáneamente se volvieron fríos.

"La Señora Kang tiene fiebre. A su edad, una fiebre leve puede causar todo tipo de complicaciones. Jin, incluso si quieres que la Señora Kang expíe sus pecados, necesitas buscarle un doctor en este momento", dijo Ling Yiran.

Yi Jinli se levantó y caminó hacia ella. "¿Cuál es el problema? ¿Crees que los encerré?".

"¿Acaso no fue así?", ella preguntó.

"Solo encontré un lugar donde esa mujer puede pagar por sus pecados. Tu mentor puede irse cuando quiera. En cuanto a la persona a la que una vez llamé mi madre, también puede irse si quiere, pero su única otra opción es la prisión".

Cuando Yi Jinli dijo esto, se inclinó un poco y miró a Ling Yiran con una media sonrisa en su rostro, como si se estuviera burlando de ella.

Ling Yiran se congeló, y de repente se dio cuenta de por qué su mentor no se había ido. Tenía miedo de que si se iba a buscar un doctor o a denunciar lo sucedido ante la policía, Jin enviaría a la Señora Kang directamente a prisión.

El equipo legal de Jin podría ganar el caso fácilmente. Después de todo, había mucha evidencia sobre lo que había sucedido ese año. A pesar de que su mentor era alguien muy importante en el mundo legal, perderían el caso de todos modos.

"¿Me dirás dónde están?", preguntó Ling Yiran.

Yi Jinli de repente se burló. "¿No prometiste que me apoyarías y no suplicarías por esa mujer? ¿O es que estabas hablando de otras personas?".

"¡Detente!", interrumpió Yi Jinli mientras alejaba lentamente sus brazos. Puso sus manos sobre sus hombros y la miró, diciendo: "¡No digas una palabra más si no quieres lastimarme!".

Su mirada le secó la garganta. Era como si algo estuviera bloqueando todo lo que quería decir. Ella no pudo decir ni una palabra más.

Era como si una palabra más fuera a romper un tabú y provocara una ruptura irreparable en su relación.

Su mirada le decía en silencio que odiaba mucho a su madre.

¡Y ese odio era tan abrumador!