Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1967

Luego ella se rio de sí misma por pensarlo demasiado. No sabía si él la perdonaría, mucho menos si estaba locamente enamorado de ella.

"Yo... no te estoy abandonando. Solo me iré porque no me perdonarás. Después de todo, tenemos un contrato de un mes", explicó mansamente Qin Lianyi.

Por alguna razón, ella se sentía culpable bajo su mirada.

"Acordamos un mes, pero ¿vas a rendirte después de un mes? ¿No puedes seguir intentándolo? ¿O no valgo la pena?", gritó Bai Tingxin de una vez.

Cuando escuchó que ella encontraría a otro hombre y formaría una nueva familia, se molestó indescriptiblemente. ¡No podía imaginar cómo se sentiría cuando ella tuviera una familia con otro hombre y llamara a otro hombre su esposo, mientras que su hijo llamaría a otro hombre su padre!

Qin Lianyi estaba estupefacta. '¿Quiere... que lo siga molestando?'.

"No sé... lo que quieres decir. ¿Podrías ser un poco más específico?", murmuró Qin Lianyi.

Bai Tingxin respiró profundamente y miró a Qin Lianyi. "Qin Lianyi, solo sigue molestándome por el resto de tu vida. ¡No puedes irte mientras no haya muerto!".

Ella se sorprendió por lo que dijo. 'Por el resto de mi vida... ¿No puedo irme? ¿Quiere decir que...?’.

Mirando su apariencia estupefacta, él extendió los brazos mientras se acercaba a ella. Inclinando la cabeza, la besó en los labios.

Los labios de él aún sabían a pastel, dulces y deliciosos... Qin Lianyi miró fijamente el rostro justo frente a ella, su mente casi se quedó en blanco.

Cuando terminó el beso, Qin Lianyi todavía no había reaccionado. Ella preguntó aturdida: "¿Por qué... por qué me besaste?".

‘Entonces, ¿habrá una tercera vez?’.

'Ella ya me malinterpretó esta vez. La vida es tan larga. ¿Habrá otro malentendido? O incluso si no hay malentendidos, ¿volveremos a separarnos porque ella no me ama lo suficiente?’.

'¿Qué haré entonces?'.

Bai Tingxin cerró lentamente los ojos. Una vez que el coche se detuvo, el conductor al frente dijo: "Señor Bai, estamos aquí". Bai Tingxin volvió a abrir los ojos.

Afuera del coche había una mansión impresionante. ¡Era... la mansión donde vivía Qi Yueyun!

Bai Tingxin salió del coche. Varios coches lo habían seguido. Una fila de fuertes guardaespaldas salieron de los coches y siguieron a Bai Tingxin a la mansión.