Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1970

Ella preguntó tentativamente: "Bueno... ¿Todavía me amas? Pero estás demasiado avergonzado para perdonarme tan fácilmente, así que... ¿esperas que siga molestándote después de un mes?".

Bai Tingxin miró a Qin Lianyi. '¿Acaso ella tiene que hablar de estas cosas con tanta franqueza?'.

Aunque... él estaba haciendo exactamente lo que ella dijo.

"¿Es verdad?". Ella exigió saber.

Él le dio la espalda, solo pensando que perdería el control si ella continuaba mirándolo.

"¿Es verdad o no?". Ella rápidamente caminó alrededor y continuó mirando su rostro, sus manos tirando inquietamente de uno de sus brazos. "No lo malinterpreté, ¿verdad?".

Él la miró. ¡La mujer siempre había sido capaz de dejarlo sin opción!

"...¡Sí!", dijo bruscamente y fue directamente a su escritorio para mirar los documentos apilados en él.

El rostro de Qin Lianyi estaba lleno de alegría. ‘¡Lo admitió! Es realmente como pensaba. Todavía siente algo por mí, pero lo lastimé demasiado’.

Qin Lianyi luego se acercó al escritorio de Bai Tingxin. "Tingxin, ¿cuándo vas a perdonarme? ¿En dos meses? ¿Tres meses? ¿O seis meses? ¿Seis meses no es mucho tiempo? El bebé nacerá para entonces”.

"Tingxin, al menos dame un tiempo para que pueda prepararme mentalmente”.

"¿Por qué no tenemos una cena de perdón el día que me perdones? Servirá como un día de conmemoración para recordarnos también que no tengamos más malentendidos".

Ella estaba parloteando como si hubiera salido de su caparazón.

Qin Lianyi dijo con una sonrisa: "No estoy jugando. Solo estoy feliz. Tingxin, gracias por perdonarme".

Bai Tingxin apretó los labios y dijo de mala gana: "Todavía no te he perdonado".

"Pero me perdonarás tarde o temprano, ¿no? ¡Tingxin, quiero pasar todos los días contigo a partir de ahora!". Qin Lianyi ahuecó sus mejillas mientras comenzaba a soñar con un futuro mejor.

Bai Tingxin se congeló momentáneamente antes de decir: "Pregúntales a tus padres si están libres esta noche. Ni siquiera los he invitado a cenar desde que vinieron".

Qin Lianyi estaba encantada. Rápidamente respondió en nombre de sus padres: "Están libres. Están libres. ¡Llamaré a mis padres y les diré!". Después de decir esto, comenzó a llamar a sus padres.

Al ver la reacción de Qin Lianyi, Bai Tingxin no pudo evitar sonreír. Sintió que la presión anterior en su pecho se estaba desvaneciendo.