Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1973

Esa misma mujer que parecía serena pero fría casi hizo que abortara a su hijo a golpes. Qin Lianyi no tenía una buena impresión de Qi Yueyun.

Sin embargo, ¡nunca esperó que drogara a su propio hijo!

Casi podía adivinar por qué. Después de todo, las noticias informaron que Qi Yueyun invitó a muchas mujeres de la alta sociedad de la ciudad a asistir a su fiesta de cumpleaños.

Algunos incluso dijeron que era una fiesta de citas a ciegas.

Qin Lianyi se mordió el labio y dijo: "Ella... Ella está en contra de que estemos juntos, ¿no? Si continúa negándose, entonces tú...".

Bai Tingxin dijo: "Ya no soy su peón. Depende de mí decidir qué hacer. Mi madre no volverá a molestarte en años y no dejaré que lastime a nuestro hijo. Él nacerá sano y salvo".

Ella dejó escapar un suspiro de alivio. "No importa lo que pase, incluso si tu madre se opone, te seguiré molestando. Tú mismo lo dijiste. ¡Quieres que siga molestándote y que no me rinda!".

Él no pudo evitar reírse. La mujer a veces lo deprimía, pero nunca dejaba de animarlo cuando estaba de mal humor.

"Está bien, Qin Lianyi, ¡me prometiste que seguirías molestándome! ¡Nunca te perdonaré si no cumples tu palabra!". Su voz la capturó como una densa telaraña.

...

"Zhuo Yan, tu madre es una ex convicta. ¿Cómo te atreves a rechazarme cuando ni siquiera te menosprecio por eso?". La voz de la chica era arrogante y enfadada.

Desde donde estaba viendo Ling Yiran, no podía ver la expresión del Pequeño Yan, pero podía ver que las manos a sus costados estaban cerradas en puños. Sus hombros parecían estar temblando ligeramente.

La niña parecía aún más orgullosa ahora. "Bah, si no quieres que toda la escuela sepa que tu madre es una ex convicta y que tu tienda cierre, ¡serás obediente y harás exactamente lo que te diga que hagas! Toma, quiero que digas que te gusto delante de todo el mundo…".

"¡Eso no está bien, querida!". La voz de Ling Yiran interrumpió a la niña.

Zhuo Yan volteó la cabeza y se congeló al ver a Ling Yiran, mientras que la niña dijo con cara de enojo: "¿Quién eres, anciana? ¿Tienes algo que ver con nuestros asuntos?".

"¿Por qué no tendría nada que ver con los asuntos de mi ahijado?". Ling Yiran sonrió levemente, pero había algo feroz en la forma en que miraba a la niña. "Déjame decirte que lo que le acabas de decir al Pequeño Yan se llama una amenaza en la ley. Soy abogada y puedo decirte que este delito puede ser castigado con prisión".