Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 1978

Um... ¡Él era de hecho 'obediente'! Ling Yiran no pudo evitar sonreír.

Después de ver a Yi Qianci haciendo una videollamada, Yi Qianjin también quiso llamar a su padre y a Hao Jifei.

"Pórtate bien ahora. Venir aquí es nuestro pequeño secreto. ¿No acordamos ocultarle esto a papá por un tiempo? ¿Qué te parece esto? Llamaré al Tío Kwan para que le pase el teléfono y hacer una videollamada con el Pequeño Fei”, dijo Ling Yiran.

Tenía un acuerdo con los niños de no decirle a Jin que vendrían aquí. En cuanto a la verdadera identidad de la Señora Kang como su abuela, Ling Yiran planeaba decírselo cuando fueran mayores.

Después de todo, la historia era más complicada para que unas pocas palabras pudieran explicarlo.

Por lo tanto, Yi Qianjin pronto tomó el teléfono de Ling Yiran y tuvo una videollamada con Hao Jifei.

Ling Yiran luego le preguntó a su hijo mayor: "¿Hay alguien con quien quieras hacer una videollamada?... Excepto Papá, por supuesto".

El pequeño negó con la cabeza. No tenía a nadie en particular con quien quisiera tener una videollamada. No podía entender por qué el Pequeño Ci y la Pequeña Jin estaban tan felices de hacer esas videollamadas.

Era como si las personas a las que llamaban por video fueran importantes para ellos.

Las personas que le importaban eran sus padres, el Pequeño Ci, la Pequeña Jin y los demás... ¡no importaban!

Por la noche, Ling Yiran miró a sus tres hijos que ya estaban profundamente dormidos y sonrió. Luego, sacó su teléfono y le envió un mensaje de texto corto a Yi Jinli.

Ling Yiran: [Estamos bien. No nos extrañes].

Eso fue todo lo que envió.

En la Residencia Yi, Yi Jinli miró el mensaje de texto en su teléfono y sus delgados dedos pasaron suavemente por cada palabra en el teléfono.

Excepto que no estaba mirando a la cámara en ninguna de las fotos. Era obvio que fueron tomadas en secreto.

"¿Es este el niño que Hao Yimeng dio a luz?", preguntó el hombre.

"Sí, pero no estamos 100% seguros porque Hao Yimeng ya está muerta. No hay forma de que podamos hacer una prueba de ADN". De pie frente al hombre había un hombre delgado de unos 40 años con una barba descuidada. Era un conocido investigador privado en la Ciudad de Shen.

"No importa. No estoy tratando de probar si está relacionado con Hao Yimeng de todos modos. Encuentra una manera de conseguirme una muestra de su sangre o cabello", dijo el hombre.

"Eso no es un problema", dijo el investigador privado. Después de todo, por como lo veía, era solo un niño que se quedaba con la familia Yi. ¿Qué tan difícil podría ser?

"Además, no quiero que nadie más se entere de esto. Sabes lo que sucederá si descubro que se lo revelaste a alguien más", dijo el hombre con frialdad.

El investigador privado se congeló e inmediatamente respondió: "Sí, sí, entiendo. ¡Nadie más se enterará de esto!".