Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2004

"Hay muchas cosas que quiero hacer con ellos. Por ejemplo, quiero jugar juntos, abrazarlos y besarlos, y cargar al suave y gordito bebé hasta que se duerma. Por cierto, también puedo escuchar canciones y hacer que bailemos juntos. ¡Hablando de eso, la banda de chicos que he estado siguiendo últimamente tiene algunos bailes que se verían súper lindos si los niños bailaran!”.

Bai Tingxin se quedó sin palabras. Tenía el presentimiento de que quizás sus peores temores se harían realidad en unos años. Si su hijo se volvia fanático con ella, entonces él...

Bai Tingxin se sintió miserable al imaginarlo.

Qin Lianyi continuó con su maravillosa imaginación: "Si pudiera conocer a esas bandas de chicos y celebridades con el bebé, también podrían besar al bebé... ¡Vaya, el bebe tiene mucha más suerte que yo! Mi mamá nunca me llevó a conocer celebridades cuando era pequeña".

Bai Tingxin se preguntó cómo se sentiría su futura suegra si escuchara lo que acababa de decir su hija.

"Por cierto, Tingxin, si mi escaneo de anomalías sale bien, ¿puedo ir a ver a DZM para pedir un autógrafo y tomar algunas fotos con ellos cuando estén en la Ciudad de Shen?". Qin Lianyi miró ‘atentamente’ a Bai Tingxin.

Lo que quería decir era hacer que Bai Tingxin encontrara una manera de conseguir lo que quería, por supuesto.

Bai Tingxin de repente sintió que le dolía la cabeza. DZM era la banda de chicos con la que había estado obsesionada recientemente. "Vienen a la Ciudad de Shen para un concierto. ¿Crees que es apropiado asistir a un concierto cuando tienes seis meses de embarazo?".

"No asistiré al concierto. Solo quiero verlos de cerca y estrecharles la mano o algo así", dijo Qin Lianyi de inmediato. Aunque quería asistir al concierto, su cuerpo no estaba en condiciones para hacerlo.

Solo podía asistir a conciertos después de dar a luz al bebé.

"Tingxin, el doctor dijo que es importante que las mujeres embarazadas estén felices", agregó Qin Lianyi.

Bai Tingxin se sintió impotente ante lo que dijo. Al final, suspiró y dijo: "Está bien, te llevaré a verlos para que te den autógrafos, fotos y te estrechen la mano".

Sería una tarea fácil para él.