Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2192

Resumo de Capítulo 2192: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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Era solo porque al quedarse aquí él podría estar a su lado con la cabeza en alto y no ser inferior que nadie.

No quería que lo menospreciaran de nuevo ni escuchar a la gente decir cosas como que no merecía ser amigo de la Pequeña Señorita.

Yi Qianjin miró a Shen Jifei con una mirada vacía. Cuando escuchó que él quería ser su mejor amigo, su expresión abatida finalmente fue reemplazada por una sonrisa.

Rápidamente corrió hacia él. "Entonces... Entonces seamos mejores amigos para siempre. ¡Ven a verme mucho, y yo vendré a verte mucho!".

"¡Está bien!", respondió él.

"Esta muñeca...". Los ojos de ella se posaron en la muñeca que él aún sostenía en su mano derecha. Ahora la reconocía como la muñeca que le había dado. "Piensa en la muñeca como yo y déjala dormir contigo todos los días".

"Está bien", respondió él de nuevo.

"Además, tienes que terminar los chocolates que te di hoy. ¡Son muy deliciosos!", ella dijo. Era una pena que no pudiera comerlos con él.

"Está bien".

Cuando él respondió ‘está bien’ por tercera vez, ella finalmente quedó satisfecha. No parecía tan triste como antes.

Yi Qianjin de repente abrazó a Shen Jifei y le dio un gran beso sonoro en la mejilla. "Te extrañaré todos los días cuando regrese. ¡Tú también debes extrañarme todos los días! Somos mejores amigos para siempre".

Después de todo, los dos niños habían causado un gran alboroto. Yi Jinli habría llamado al jefe del departamento de policía de la Ciudad Venado si Shen Weifang hubiera llamado un poco más tarde.

"¿Por qué se escaparon a buscar al Pequeño Fei? ¡Nos pudieron haber dicho si querían ver al Pequeño Fei!", dijo Ling Yiran.

"Temíamos que el Pequeño Fei no quisiera vernos. En ese caso, no podríamos verlo, pero podríamos verlo si entráramos en la casa de la familia Shen", dijo Yi Qianjin de modo convincente.

Ling Yiran se frotó las sienes. No tenía idea de cómo refutar las tonterías de su hija por un momento.

"De todos modos, ya no pueden hacer eso. Todavía son pequeños. ¿Qué hubiera pasado si se hubieran encontrado con personas malas…?". Ling Yiran comenzó a sermonear a los niños sobre lo que podría haberles sucedido.

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