Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2202

Bai Tingxin levantó las manos y agarró suavemente las manos de Qin Lianyi.

"Pero aun así, le di una salida. No le di la evidencia a la policía de inmediato. Solo me aseguraré de que no pueda salir de su casa por el resto de su vida. Lo siento... Lo siento...", murmuró Bai Tingxin.

Mantuvo la cabeza baja mientras se disculpaba profusamente.

Qin Lianyi dijo: "Tingxin, ya has hecho lo suficiente por mí. No vuelvas a disculparte. ¡No has hecho nada malo! Te aseguraste de que tu madre nunca pueda salir de su casa, y eso no es diferente a encerrarla. ¿Pensaste que yo todavía te culparía o pensaría que estabas siendo parcial con tu madre?".

"Yo...". Él abrió la boca. La mujer frente a él parecía saber lo que más temía.

"Me alegro de que no me lo ocultaras. Obtuviste justicia para mí. Aunque la culpable es tu madre, aún así actuaste en mi nombre y no la encubriste ni actuaste como si nada hubiera pasado", dijo Qin Lianyi.

Él se congeló antes de levantar lentamente la vista de nuevo. "¿Estás contenta?".

"Sí, estoy contenta. Contenta de que me protejas así, pero... También estoy triste porque sé que debes estar muy triste ahora, ¿verdad?", ella dijo.

De lo contrario, él se habría ido a casa en lugar de quedarse en la oficina.

Sabía que él no quería que ella lo viera triste.

"Tingxin, no necesitas ocultar tus emociones frente a mí. Ella es tu madre, y lo sé... tú todavía...".

"¿Tendré suficiente hígado para donar si necesito hacerlo de nuevo?", preguntó Ye Wenming.

"Bueno...". El doctor dudó instantáneamente cuando escuchó eso. "Acaba de donar su hígado hace cinco años. Aunque el hígado humano vuelve a crecer, solo han pasado cinco años. Si tiene que donar de nuevo, el riesgo será mucho mayor que la primera vez. Como doctor, no recomiendo que vuelva a donar".

"Eso significa que todavía hay una posibilidad de éxito, ¿verdad?", preguntó Ye Wenming.

"Bueno…". El doctor dudó un poco. “Aunque haya una posibilidad de éxito, es muy pequeña”.

"Está bien, ya veo. Además de eso...". Ye Wenming miró la sangre que subía hacia la bolsa de sangre. "Almacenaré mi sangre en su hospital. Vendré a donar mi sangre de vez en cuando. Si mi esposa necesita mucha sangre cuando entra en parto, al menos no hará falta. Pero espero que el hospital no le diga a nadie, incluyendo a mi esposa".