Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2249

Resumo de Capítulo 2249: Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante

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El miedo llenó su corazón.

Era como si el hombre frente a ella hubiera visto a través de todas sus intenciones.

"Señor Ye, yo... yo solo estaba...". Yan Qiongying tartamudeó para explicar, pero Ye Wenming la ignoró y salió corriendo de la oficina.

La secretaria miró a Yan Qiongying con desdén. Había visto muchas mujeres así.

Sin embargo, a su jefe no le importaba ninguna de ellas. ¡La única que le importaba a su jefe era la Señora Ye!

Zhuo Qianyun llegó afuera del edificio de la compañía con la intención de tomar un taxi de regreso. Solo le parecía que su comportamiento de tomar un taxi para venir aquí hoy fue un poco ridículo después de encontrarse con esa escena en la oficina de Ye Wenming.

Si ella hubiera llamado, no habría visto eso.

Todavía había una opresión en su pecho. Era como si estuviera tratando de demostrar algo.

Sin embargo... ¡era algo que ella no quería saber!

Un taxi se detuvo frente a ella. Estaba a punto de entrar cuando una mano de repente agarró la puerta. "Qianyun, espera. Déjame explicarte. No es lo que piensas".

Zhuo Qianyun dijo: "No estoy pensando en nada. Solo quería decirte sobre el evento de padres e hijos. Los compañeros de clase del Pequeño Yan saben que ahora estamos casados. Si no asistes al evento de padres e hijos, tengo miedo de que la gente vuelva a chismear sobre nuestro hijo. Espero que asistas si estás libre".

Los ojos de él se oscurecieron. Ella hizo que pareciera que sus explicaciones eran innecesarias y que todo lo que le importaba era el evento padre e hijo.

Resultaba que una palabra de ella podía hacerlo sentir como si estuviera en una bodega de hielo.

Resultaba que ella no se preocupaba por él en absoluto.

"Jaja... Ja...". Él se rio amargamente. En el hospital esa mañana, incluso pensó que ella todavía se preocupaba un poco por él.

Sin embargo, a ella no le importaba.

Todo era solo una ilusión.

Ye Wenming regresó a la oficina sin alma.

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