Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2262

"Tendré cuidado", respondió Zhuo Qianyun.

"Por cierto, ¿conoces al Señor Yu? Él fue quien te criticó fuera de la fiesta de la luna llena. Ahora está en problemas. Su familia está casi en bancarrota. Perdió todos sus negocios y está tratando de conseguir un préstamo, pero nadie se atreve a prestarle dinero", dijo Yan Qionying.

Zhuo Qianyun escuchó en silencio, pero su rostro no mostró expresión.

Por el rabillo del ojo, Yan Qiongying miró a Zhuo Qianyun y dijo deliberadamente: "El Señor Yu de repente está tan miserable porque ofendió a Ye Wenming. Qianyun, tienes suerte de haberte casado con un hombre como Ye Wenming. Él te defiende incondicionalmente. Mientras tanto, yo desperdicié mi juventud en un rompecorazones como Wu Huairen".

"Vive una buena vida y conocerás a tu verdadero amor en el futuro", dijo Zhuo Qianyun.

"¿En serio? Entonces... ¿por qué no me presentas a alguien? Debería haber muchos solteros en la compañía de Ye Wenming, ¿verdad? ¿Por qué no me presentas a alguien? Nunca olvidaré tu amabilidad si las cosas funcionan", dijo Yan Qiongying con una mirada de anticipación.

Zhuo Qianyun se mordió el labio. "No conozco a nadie en su compañía, así que me temo que no puedo ser de ayuda".

"¿En serio? No importa. Hablaremos de eso más tarde, entonces". Yan Qiongying mantuvo una sonrisa en su rostro, pero en silencio dijo en su cabeza: '¡Zhuo Qianyun, te lo buscaste!'.

Una vez que entraron al templo, Yan Qiongying llevó a Zhuo Qianyun a ofrecer incienso y rezar como si estuviera familiarizada con todo el proceso.

Al mirar la solemne estatua sentada, Zhuo Qianyun, quien nunca había sido religiosa, sintió una oleada de devoción.

'Si Dios existe, espero que pueda bendecir a mi madre, hijos y amigos con una vida pacífica y feliz. Espero superar esto y tener un parto sin problemas. Y espero...'.

Zhuo Qianyun apretó los labios. Al final, se puso el amuleto. Una fragancia parecía emanar de él.

Cuando volvieron al coche, Yan Qiongying de repente comenzó a buscar su cuerpo y su bolso.

"¿Qué pasa?", preguntó Zhuo Qianyun.

"Mi teléfono no está. Tal vez lo dejé en el templo. Espérame en el coche mientras lo busco", dijo Yan Qiongying.

Zhuo Qianyun asintió.