Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2276

Sin embargo, había una punzada de autorreproche en sus ojos oscuros incluso mientras ella lo decía.

Su dolor pareció influir en ella ya que de repente lo abrazó.

Incluso la brusquedad de su propio gesto la sorprendió.

Si hubiera sido en el pasado, ella probablemente nunca pensaría en volver a abrazar a Ye Wenming algún día.

Sin embargo, ¡ella realmente lo estaba abrazando ahora!

'¿Es culpa? ¿Solo estoy sintiendo lástima? ¿O es otra cosa?'.

"Ye Wenming, ya es suficiente... No tienes nada porque culparte, ¿de acuerdo? Incluso me alegré de que la sangre existiera cuando te la transfundieron a ti mismo. Si no hubieran hecho eso y si algo te hubiera pasado a ti, entonces yo...". Su voz se atragantó. Casi no pudo continuar. "Afortunadamente, saliste de la mesa de operaciones sano y salvo".

Ye Wenming estaba atónito. Todo lo que podía oler era a ella.

Ella lo estaba abrazando... ¿Hace cuanto tiempo que ella no lo abrazaba por su propia voluntad?

Parecía haber sido hace mucho tiempo cuando ella lo amaba y siempre lo abrazaba voluntariamente. Ella le pedía coquetamente que la amara más y más.

Lo que ella decía en ese entonces era... "No es suficiente. Quiero que me ames más. Wenming, soy una mujer codiciosa. Si no puedes darme mucho amor, nunca me parecerá suficiente".

Ahora, ella estaba diciendo: 'Basta. ¡Eso es suficiente!'.

Ye Wenming cerró los ojos y abrió los brazos para abrazar suavemente a la persona que tenía delante. Tenía miedo de que este abrazo fuera solo su imaginación y que nunca existiera en absoluto.

Era el nombre que había estado en su mente durante tanto tiempo...

...

Zhuo Qianyun estaba en la cama del hospital de Ye Wenming cuando se despertó.

Se sintió incómoda.

La sala de Ye Wenming era una sala exclusiva, y su cama era más grande que una cama de hospital normal. Todavía había espacio incluso si dos personas se acostaban en él. Sin embargo, todavía era... incómodo.

Lo que fue más incómodo fue que abrió los ojos para encontrarse con los de Ye Wenming.