Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2281

"Deja de hablar. El doctor te dijo que no hablaras tanto", dijo Zhuo Qianyun.

"No me estás alejando. ¿Es porque no puedes soportar verme sufrir?". Él continuó hablando.

"Yo... solo pienso que me salvaste la vida, así que no importa... si quieres abrazarme así por un rato", ella tartamudeó levemente. El olor de él la envolvió, poniéndola nerviosa.

"¿En serio? No importa... si estás agradecida, siendo compasiva o simpática. Al menos... tengo algún tipo de lugar en tu corazón". En lugar de que ella lo ignorara incluso si él se paraba frente a ella.

Que ella lo ignorara se sentía horrible.

"Ye Wenming, ¿qué estás tratando de decir?", ella preguntó.

"Qianyun, le dijiste las palabras 'mi esposo' a Wu Huairen hace un momento. Yo... solo quiero preguntar si existe la posibilidad de que yo pueda hacer que nuestro matrimonio sea más que una simple formalidad. ¿Puedo... ser tu verdadero esposo?", preguntó él, su voz ronca con un toque de nerviosismo.

Era como si hubiera reunido todo su coraje para preguntar esto.

Zhuo Qianyun guardó silencio. Por un momento, no sabía cómo responder.

Si hubiera sido antes, ella habría dicho sin dudarlo que era imposible y que lo mejor sería que no tuvieran nada que ver entre ellos.

Sin embargo... ella dudó. Sus anteriores palabras de rechazo parecían atascadas en su garganta, y no podía pronunciarlas de repente.

Su silencio hizo que se sintiera feliz. "Qianyun, te importo, ¿no?".

Ella tembló. '¿Él me importa?'.

Él solía importarle mucho.

Más tarde, él se convirtió en el dolor de su vida y ella trató de sacarlo de su corazón.

Zhuo Qianyun se levantó, se puso un abrigo y fue a la sala de al lado. Cuando abrió la puerta, el cuidador que estaba haciendo guardia susurró: "El Señor Ye se ha quedado dormido después de tomar su medicina".

"Lo observaré por un tiempo. No lo despertaré", dijo Zhuo Qianyun.

El cuidador se retiró en silencio de la sala.

Zhuo Qianyun se acercó a la cama y observó en silencio a Ye Wenming durmiendo.

Después de mucho tiempo, levantó la mano para acariciar suavemente su cuello vendado.

Se había cortado el cuello con una cuchilla sin dudarlo en ese momento. ¡La escena probablemente quedaría grabada en su mente por el resto de su vida!

Todo lo que ella quería hacer en ese momento era quitarle la daga en su mano. Su corazón seguía contrayéndose. Tenía miedo de que él colapsara y desapareciera de su mundo para siempre.