Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 229

"¿Te asusté?", preguntó él.

Ella vaciló. "Sé que me estás tratando como un juego. Ahora estás interesado en mí porque crees que es divertido. Una vez que tu interés se desvanezca, entonces seré inútil y no valdré nada. Si te ofendo por accidente, las cosas podrían ser tan peores que como eran en la cárcel".

¡Ella no quería más de esos días oscuros y miserables!

"¿No tienes miedo de ofenderme ahora al decir eso?", preguntó él.

El cuerpo de ella de repente se puso rígido. Sí, por supuesto, ella tenía miedo, pero decidió decirlo de todos modos.

La expresión de ella lo decía todo.

Había un terrible silencio a su alrededor.

Ling Yiran bajó la cabeza y todo lo que podía escuchar era la respiración y los latidos de ella. Yi Jinli no dijo nada, pero ella podía sentir que los ojos de él estaban sobre ella.

Nadie sabía cuánto tiempo había pasado. De repente, ella escuchó su voz. "Si digo que no te estoy tratando como un juego, ¿querrás quedarte conmigo?".

Ella levantó la cabeza de repente y lo miró con asombro como si no hubiera esperado que él dijera eso.

"¿Lo harías?". Los ojos de él aún estaban fijos en ella.

Ella le dio una sonrisa amarga. "¿Qué se supone que debo hacer a tu lado? ¿Seguir siendo tu hermana? ¿O ser tu compañera de juegos? De cualquier manera, me temo que no estoy a la altura".

Los labios finos de él trazaron una línea recta y sus ojos se enfriaron. La palabra ‘esposa’ estaba atorada en su garganta.

Sin embargo, ya era demasiado tarde. Él ya había visto lo que estaba en el móvil.

Yi Jinli levantó ligeramente las cejas y miró a Ling Yiran, medio sonriendo. "¿Por qué, estás buscando noticias sobre mí? Si tienes algo que preguntarme, puedes llamarme y preguntarme en lugar de buscar en la red de esta manera".

"..." Ella jadeó. ¿Cómo podía explicar esto? ¿Podría ella decir que acaba de ver la transmisión en vivo de una influencer y, por curiosidad, buscó el contenido relevante?

"La fiesta a la que asististe hoy acaba de comenzar cuando te fuiste. ¿No importa si simplemente sales así?". Ella solo podía divagar.

"Es solo una fiesta", él dijo con indiferencia. Había muchas fiestas así en un año y, a veces, ni siquiera se molestaba en asistir.

"Hermana, no has terminado de comer todavía. Continúa”. Él le echó un vistazo a su comida para llevar a medio comer, luego, tranquilamente, acercó una silla y se sentó.