Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2312

"Sé que te estoy haciendo pasar un mal rato, así que vine a probar mi suerte. ¿Está Ye Wenming aquí?", ella preguntó.

"Sí, pero el Presidente Ye está en una reunión ahora mismo".

"¿Puedes decirme dónde está la sala de reuniones, entonces? Iré allí por mi cuenta. ¿Ye Wenming no te dijo que me ayudaras con cualquier cosa que quiera hacer?".

Lo que dijo Zhuo Qianyun hizo que todas las palabras que Liang Fang quería decir se atascaran en su garganta.

Se rascó la cabeza con resignación. "Pero si el Presidente Ye se enoja cuando la vea, Señora Ye...".

"Me encargaré de todo. Dile que te obligué a decirme dónde está la sala de reuniones", dijo Zhuo Qianyun.

Como Zhuo Qianyun lo había dicho, Liang Fang solo podía decir: "Entonces la llevaré allí". De lo contrario, él no podría permitírselo si sucediera algo malo. Especialmente ahora que Zhuo Qianyun estaba embarazada.

"Gracias", dijo Zhuo Qianyun.

Liang Fang llevó a Zhuo Qianyun al elevador no muy lejos. La recepcionista se sorprendió.

'¿Qué... acabo de escuchar?’.

'¿Señora Ye? ¿Quién es ella? Ella no puede ser la esposa del Presidente Ye, ¿verdad?’.

‘Obviamente, la mujer está embarazada... Si ella es la Señora Ye, entonces debe estar embarazada del hijo del Presidente Ye’.

La recepcionista se sorprendió por su propia especulación.

Mientras tanto, Liang Fang llevó a Zhuo Qianyun al piso donde estaba la sala de reuniones y dijo: "El Presidente Ye todavía está en una reunión, así que me temo que tendrá que esperar afuera por un tiempo".

Zhuo Qianyun se sentó en silencio, bebiendo un vaso de agua tibia en sus manos como si eso la pondría menos nerviosa.

'¿Qué pasará cuando vea a Ye Wenming más tarde?’.

'¿Él podría haber superado esta relación como dijo Liang Fang?'.

Zhuo Qianyun se sentía cada vez más nerviosa a medida que pasaba el tiempo.

De repente, la puerta de la sala de reuniones se abrió. Las manos de Zhuo Qianyun que sostenían el vaso temblaron. Un poco de agua se derramó, pero ella no pareció notarlo mientras se enderezaba, con los ojos fijos en las personas que salían de la sala de reuniones.

Una mujer embarazada parada allí mirando directamente a la puerta de la sala de reuniones llamó la atención.

Los que salían de la sala de reuniones miraron a Zhuo Qianyun.