Adicto a amarte: La esposa condenada del Jefe paranoico y dominante romance Capítulo 2357

"También podemos hacer algo en casa. ¿Juegan al mahjong?", preguntó Qin Lianyi antes de agregar rápidamente: "Sí, Yiran sabe jugar. ¿Qué hay de ti, Hermana Zhuo?".

"Sé jugar un poco", dijo Zhuo Qianyun. Sabía lo básico, pero no había jugado con nadie en años.

"Entonces jugaremos al mahjong", dijo Qin Lianyi.

"Pero solo somos tres. ¿Cómo vamos a jugar al mahjong?", preguntó Ling Yiran.

"Tingxin llamó hace un momento para decir que llegará a casa más temprano hoy. Considerando cuánto tiempo ha pasado, debería estar aquí en un minuto. Eso hace cuatro jugadores, ¿no es así?", dijo Qin Lianyi.

Efectivamente, Bai Tingxin pronto llegó, por lo tanto Qin Lianyi rápidamente instaló la mesa de mahjong para que pudieran comenzar a jugar.

Bai Tingxin levantó las cejas. "No sabía que podías jugar al mahjong".

"Soy conocida como la experta en mahjong en nuestra familia. Cuando visitamos a familiares durante el año nuevo, me uno cuando les falta un jugador".

Bai Tingxin no pudo evitar reírse de la arrogancia de Qin Lianyi.

"Está bien, entonces. Veamos qué tan buena eres". Después le ordenó a los sirvientes que sacaran un juego de fichas de mahjong.

Qin Lianyi había comprado el juego de mahjong cuando había ido de compras. Era mercancía de un evento de celebridades. Él pensó que lo había comprado como recuerdo, pero ahora estaba siendo útil.

Sin embargo, no había una mesa de mahjong en la mansión, por lo que los cuatro comenzaron a jugar mahjong en una mesa cuadrada ordinaria.

"Si ganas hoy, el dinero es tuyo. Si pierdes, yo pago", dijo Bai Tingxin.

"¡Eso es inapropiado!", dijo Zhuo Qianyun.

La cara de Qin Lianyi se enrojeció de inmediato. "Eh... Ha pasado tanto tiempo desde que jugué que estoy oxidada. ¡Te pagaré diez dólares y 50 centavos más tarde!".

"Bueno, le transferiré a la Hermana Zhuo dos dólares y a Bai Tingxin tres dólares más tarde", dijo Ling Yiran.

"No", rapidamente dijo Zhuo Qianyun.

"Debes tomarlo. Ganaste los dos dólares. De lo contrario, ¡ya no sería divertido!", dijo Ling Yiran, mientras le transfería el dinero a Zhuo Qianyun y Bai Tingxin por su teléfono.

Zhuo Qianyun miró los dos dólares en su cuenta y sonrió. Aunque sus dos mejores amigas ahora se habían casado con hombres ricos, se llevaban igual como antes.

Tal vez, esto era una amiga de verdad. Ya fueran ricas o pobres, te tratarían por igual.

En ese momento, entró una sirvienta con Yi Jinli.